Internacional
La represión policial ha dejado tres muertos y 4.355 heridos en una semana
El primer ministro turco pide el "cese inmediato" de las manifestaciones
El primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan pidió este viernes un "cese inmediato" de las manifestaciones antigubernamentales que sacuden el país desde hace una semana, a su vuelta a Turquía tras una gira por el Magreb.
"Hago un llamado al cese inmediato de las manifestaciones, que han perdido su carácter democrático y se han vuelto vandalismo", dijo ante una multitud de miles de sus seguidores que fueron a recibirlo al aeropuerto Ataturk, en Estambul.
Erdogan volvió a amenazar a las multitudes que han llenado la plaza Taksim en Estambul, además de otros puntos del país, en protesta contra su “dictadura”, tachándolos de vándalos.
"No podemos cerrar los ojos ante los abusos de los que destrozan nuestras ciudades, dañan la propiedad pública y hacen sufrir a la gente", afirmó.
Erdogan también rindió homenaje a la policía, que "trabajar para garantizar nuestra seguridad" y es "un baluarte contra los terroristas, anarquistas y vándalos", aunque admitió que ha podido hacer un uso excesivo de la fuerza contra los manifestantes.
Horas antes, en declaraciones a la prensa en Túnez, Erdogan, reiteró que no cederá frente a las manifestaciones, denunció la implicación de "terroristas" en el movimiento de contestación y descartó renunciar al polémico proyecto de urbanización de la plaza Taksim, en Estambul.
"Llevaremos este proyecto hasta el final (...) no permitiremos que una minoría dicte su ley a la mayoría", exclamó.
La jornada del jueves se desarrolló con una fuerte movilización sindical y nuevos enfrentamientos entre la policía y manifestantes en Ankara.
Además de tres muertos, los enfrentamientos han dejado 4.355 heridos en una semana, de los cuales 47 están en estado grave, declaró el jueves el sindicato de médicos turcos. El último balance oficial hacía referencia "a más de 300" heridos.
| El primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan pidió este viernes un "cese inmediato" de las manifestaciones antigubernamentales que sacuden el país desde hace una semana, a su vuelta a Turquía tras una gira por el Magreb.
"Hago un llamado al cese inmediato de las manifestaciones, que han perdido su carácter democrático y se han vuelto vandalismo", dijo ante una multitud de miles de sus seguidores que fueron a recibirlo al aeropuerto Ataturk, en Estambul.
Erdogan volvió a amenazar a las multitudes que han llenado la plaza Taksim en Estambul, además de otros puntos del país, en protesta contra su “dictadura”, tachándolos de vándalos.
"No podemos cerrar los ojos ante los abusos de los que destrozan nuestras ciudades, dañan la propiedad pública y hacen sufrir a la gente", afirmó.
Erdogan también rindió homenaje a la policía, que "trabajar para garantizar nuestra seguridad" y es "un baluarte contra los terroristas, anarquistas y vándalos", aunque admitió que ha podido hacer un uso excesivo de la fuerza contra los manifestantes.
Horas antes, en declaraciones a la prensa en Túnez, Erdogan, reiteró que no cederá frente a las manifestaciones, denunció la implicación de "terroristas" en el movimiento de contestación y descartó renunciar al polémico proyecto de urbanización de la plaza Taksim, en Estambul.
"Llevaremos este proyecto hasta el final (...) no permitiremos que una minoría dicte su ley a la mayoría", exclamó.
La jornada del jueves se desarrolló con una fuerte movilización sindical y nuevos enfrentamientos entre la policía y manifestantes en Ankara.
Además de tres muertos, los enfrentamientos han dejado 4.355 heridos en una semana, de los cuales 47 están en estado grave, declaró el jueves el sindicato de médicos turcos. El último balance oficial hacía referencia "a más de 300" heridos.