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Túnez enfrenta a los retos económicos después de la revolución

Túnez – Rawaa Kassem

El Gobernador del Banco Central Tunecino, el Sr. Kamal El-Nablie, detonó una bomba que molestó a la nueva clase política y a la opinión publica en la tierra verde, y durante un foro organizado en Túnez hace poco tiempo, anunciaba que su país logrará una proporción de crecimiento estimada por cero por ciento, y a lo mejor menos con el fin del año 2012, lo que llevara a una disminución en el ritmo de encontrar nuevas oportunidades de trabajo y un crecimiento en el porcentaje del paro logrando los 18%, según los cálculos anunciados.

Mencionando que Túnez, y antes de la explosión de la revolución en el 17 de diciembre del año pasado, alcanzaba un porcentaje de crecimiento de 6% anual y el porcentaje del paro no superaba el 13%, y es el mismo porcentaje registrado en Francia por ejemplo, según los números de las instituciones internacionales especializadas.

Sin embargo, el fallo era en la distribución de la fortuna entre las regiones del país que experimentaba un contraste claro, y cuando eran las partes costeras del país viviendo en nivel alto y el bienestar, las otras partes interiores no llegaban a beneficiar del cuarto de los altos rendimientos económicos en Túnez durante los últimos 20 años, comparados con sus vecinos quienes no tenían logros para mencionar a pesar de la existencia de la enorme reserva energética.

La obsesión política

En el primer lugar, los tunecinos estaban obsesionados antes de su revolución política, y las demandas de reformas económicas y sociales eran secundarias. Donde el país era dirigido por un régimen policíaco, y apretó contra las libertades y expulsó los opositores y falsificó las elecciones, además de todo esto era una referencia en lo que se llama en el occidente "lucha contra el terrorismo", y no es por casualidad, que el consejo de los ministerios de asuntos interiores, ha tomado Túnez como sede, y siempre se encontraban los líderes de diversos cuerpos de seguridad árabes, para coordinar entre ellos mismos y tomar ventaja de la experiencia tunecí en la liquidación de los islamitas.

Los tunecinos comenzaron a sentir los signos de una crisis económica verdadera, después de la revolución, que se reflejó a su vida diariamente, y el país está pasando un crecimiento catastrófico de los precios de los alimentos, lo que llevaba a una recesión en los mercados, así como el precio del suministro de energía eléctrica, y la mayoría de los tunecinos no pueden pagar las facturas y también lo que pertenece al suministro de agua potable.

Así como el aumento en los precios del combustible a pesar de que este país tiene autosuficiencia en estas materias a través de la cadena de los pequeños campos especialmente en el sur y que cubre la necesidad local pero no transforma Túnez en un país exportador de petróleo o gas.

La alta demanda de los alimentos para Libia, ha dejado los fabricantes preferir la exportación a Libia en vez de cubrir la necesidad local, y se ha detectado la falta de varios alimentos en los mercados, especialmente la leche que hasta poco tiempo era suficiente para el mercado local y la necesidad de los países vecinos, y una parte de esta exportación llega al mercado europeo. También se ha detectado la falta de las botellas de gas a pesar del intenso frio que pega el país, especialmente en el norte donde está nevando durante esta época del año.

Decaimiento en el turismo

Por lo tanto, Túnez está sufriendo una disminución significativa en los rendimientos del turismo, que representan 7% del producto interno total, y ofrece trabajo para 700 mil personas aproximadamente, porque los turistas prefieren ahora ir a otros sitios más tranquilos. Y los sectores industriales estratégicos han sido afectados a causa de la revolución, y su producción ha sido parada, debido a las huelgas sucesivas de los sindicatos pidiendo sus derechos, que tuvieron lugar en el mismo tiempo.

La producción de fosfato, considerada como una de las principales proveedoras de las divisas extranjeras, especialmente que Túnez ocupa la quinta posición en el mundo, en el sector industrial de esta materia, ha sido perturbada gravemente por causa de las huelgas sucesivas en la compañía de fosfato de Kafsa, la gran compañía nacional considerada como el primer operador que tiene la mayoría de mano de obra en la región del sudoeste o la cuenca mineral como se llama aquí en Túnez.

Y lo que empeoró la situación, es la escapada de los inversores extranjeros del país durante la última época,por ejemplo la compañía de industria de aviones canadiense, considerada como tercera en el mundo después del estadounidense Boeing y el europeo Airbus, eligió Túnez como una zona estratégica cerca de Europa y Asia para construir una fábrica enorme que lleva a cabo la mitad del mundo, o sea los dos continentes de África y Asia, y se supone que miles de parados en Túnez quien tienen títulos, iban a trabajar allí, pero la compañía cambió de planes y se dirigió obligada hacia Marruecos por causa de los disturbios de la revolución, y puede ser que la llegada de los islamistas al poder es la razón de esta decisión. También el banco africano de desarrollo y es una gran institución financiera, se está preparando para dejar el país a otro destino.

Y esta entidad era la principal financiera de los proyectos de desarrollo de Túnez durante las últimas dos décadas.

El gobernador del banco central tunecí saltó la alarma, los analistas y expertos económicos esperan que despierte el movimiento de renacimiento y de la asociación gobernante de su sueño, porque ellos llevaron la euforia de ganar en las elecciones, lejos de la realidad miserable de la economía que está sufriendo Túnez.

El país ha logrado reformar políticamente y avanzar en el entorno de la libertad, pensando que era imposible lograrlas, pero perdió mucho a nivel de la economía y a nivel de su figura en el exterior como país seguro para vivir en él. Este país necesita algunos años para poder volver a la época pre-revolución a nivel social y económico, como primera etapa y luego el arranque de nuevo para cumplir los sueños de los mártires en un país bueno para vivir con dignidad y justicia entre todas las partes y segmentos del país.

Pero hay miedo de que los gobernantes nuevos de Túnez lleven el país a graves consecuencias, especialmente en el campo de economía, específicamente según muchos espectadores, carecen de la experiencia que les califica a manejar el barco cartaginés y anclarlo en la segura tierra, porque la oposición de un dictador difiere de la administración de los asuntos del estado.

| 30/12/2011