Turquía ha deportado al menos a 600 de los refugiados sirios de uno de los campos instalados en la frontera con Siria, después de que una protesta por las precarias condiciones de vida en el campo terminase con un enfrentamiento con la Policía turca. Sin embargo, el Ministerio de Exteriores turco ha negado esas expulsiones y asegura que entre 50 y 60 personas han decidido voluntariamente regresar a su país.


En un principio, una fuente oficial turca había asegurado a Reuters que más de 600 personas habían sido deportadas, después de "estar implicadas en los actos violentos del miércoles, se les vio a través de las cámaras instaladas en el campo".

"Las fuerzas de seguridad continúan revisando las grabaciones: si ven a más implicados, los deportarán", señaló esa misma fuente.

Sin embargo, después, el Ministerio de Exteriores turco ha negado que se haya deportado a ningún sirio, y asegura que entre 50 y 60 sirios han decidido que no quieren seguir en el campo y han elegido volver a su país.

"Nadie ha sido deportado ni obligado a volver a Siria contra su voluntad", ha señalado.


La policía turca ha dispersado a los manifestantes, el miércoles, utilizando gases lacrimógenos en el campamento de refugiados “Suleiman Shah”, lo que causó heridas a varias personas, afirmaron las autoridades turcas. Las protestas fueron motivadas por la muerte de un niño a causa de un incendio en el mencionado campamento, que según los refugiados sirios, el incendio se originó por el mal funcionamiento de los generadores. Tras las protestas la policía detuvo a casi 70 personas.


Desde Ginebra, una portavoz del Alto Comisariado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha mostrado su preocupación por que se hayan podido producir esas expulsiones. "ACNUR está muy preocupado por las informaciones que hablan de incidentes graves y posibles deportaciones en el campo de refugiados de Akchakale en las últimas 24 horas", ha manifestado la responsable de comunicación del organismo internacional, Melissa Fleming.

“Deportar a los refugiados a Siria es contrario a la ley turca y las leyes y normas internacionales”, subrayó.