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Pek&iacuten… La ciudad que ha dejado de ser prohibida

Pekín… La ciudad que ha dejado de ser prohibida

Mahmoud Raya

Pekín, tal como se escribe, es (Beijing) como la escriben los chinos, significa en su idioma, la capital del norte.

Se sitúa, esa gran ciudad, a 160 kilómetros de distancia de la costa del Océano Pacifico, no la separa del Océano ningún obstáculo natural, mientras las montañas la rodean de los otros tres lados.

Otro obstáculo se eleva encima de las montañas, la gran muralla de China (Cheng Chang), que relata parte importante de la historia de la ciudad, y la historia de la misma China.

En la remota historia, Pekín no tiene, como capital, un historial muy largo, aunque en las primeras épocas de China, fue la capital de gran parte del territorio durante un corto periodo, se convirtió en el número uno en este extenso país en el año 1000 de la era cristiana, cuando fue elegida por el clan gobernante como capital del imperio unificado. A partir de entonces es el centro rodeado de millones de Líes (una medida china equivalente a medio kilómetro) cuadradas y cientos de millones de personas, a lo largo de la historia.

A pesar de que Pekín no está perforada en la historia como capital, siempre ha sido una ciudad importante y destacada, teniendo su parte de gloria durante los años (mil años o más), ocupando el sitio del corazón en el imperio.

Pekín tiene un papel central en la vida de la República Popular China, no es solamente una ciudad histórica, sino es “la presente” en el presente, y parece que seguirá siendo la capital del futuro.

Se percibe la importancia de la ciudad por el continuo impulso de la calle que no se calma, día y noche, en la ciudad hay trece millones de habitantes, exceptuando los que la abandonan durante el día en busca de sus quehaceres, lo que quita a la ciudad cualquier indicio de que en su corazón albergaba lo que se denominaba “La Ciudad Prohibida”.

En realidad, la ciudad experimenta un gran levantamiento en todos los niveles, es una ciudad industrial, y ciudad de servicios, además de ser el corazón que empuje la sangre política a las otras provincias chinas, y el cerebro de donde se emiten las grandes decisiones que forman el futuro del país.

Siempre ha sido así, pese al gran cambio surgido en el país tras el traspaso del régimen imperial al régimen republicano -en sus dos lados, el liberalismo y el público- pues el mecanismo que regula el control desde la capital a los laterales no ha cambiado mucho, aunque los grandes eventos presenciados por el mundo se impusieron para convertir el método empleado más suave, y permitió una cierta participación en tomar decisiones.

Bastaría hacer un recorrido en las principales avenidas de Pekín para que el visitante descubriera el significado de que una ciudad sea la capital de un gran país, cuyos altos edificios se asoman uno tras otro, se identifican por sí solos, con ayuda del acompañante chino puedes reconocer el ministerio de exteriores, el de defensa, y de comunicación, y de otros, además del Banco central cuyo edificio es distinto.

Tu acompañante no olvida enseñarte la plaza de Tian An Ming, aquí se dibujó la moderna historia de China, aquí se hacen los grandes desfiles militares en el aniversario de la gran revolución china, y aquí… un acontecimiento que Occidente quiere mantener como una cicatriz incurable en el historial chino, donde los “medios occidentales” tratan los sucesos ocurridos en la plaza el año 1989 como una “prueba” de la dureza de las autoridades chinas en contra de su propio pueblo, en aquel entonces se trató con firmeza a los trastornos que quisieron inspirarse en las “revoluciones” surgidas en la Unión Soviética y los países de Europa Oriental, para derrocar al régimen comunista en China.

Volviendo a la historia, en Pekín hay suficientes “restos históricos” para ser un destinoa todos los interesados en los siglos pasados, y a los turistas tanto desde dentro de China como del exterior, tal vez el número de diez millones de turistas que visitaron China durante el año 2010 tiene su justificación en la cantidad y la calidad de restos históricos en Pekín y otras ciudades en todo el país.

No podemos hablar de restos históricos en China sin empezar por “la ciudad prohibida”, que alberga siglos de acontecimientos, y grandes hombres, y el destino de decenas de generaciones.
En el próximo episodio: La ciudad prohibida… O el Palacio del Emperador.

| 16/12/2011