Internacional
Miles de italianos ocupan las calles de Roma
Italia vive jornada de "lucha europea" contra la austeridad
Miles de italianos han copado este miércoles las calles de la capital, Roma, y numerosas ciudades del país contra los recortes del Gobierno, sumándose así a la marcha europea contra las políticas de austeridad.
"Somos la Europa que se rebela, no debemos nada a nadie", se lee en la pancarta que portaban los indignados, en su mayoría estudiantes, cuya huelga ha paralizado la capital italiana.
El organizador de esta huelga general de cuatro horas, el mayor sindicato del país, CGIL, espera una masiva participación popular en la marcha.
"Con la austeridad se asfixia el trabajo y se empobrece el país", ha advertido Susanna Camusso, líder del sindicato, quien ha dirigido la marcha organizada en la pequeña localidad de Terni, "emblema de la incertidumbre que viven los centros de producción de Italia", ha deplorado la activista italiana.
Manifestaciones similares han sacudido las ciudades de Turín y Milán, donde miles de personas, entre ellos cientos de desempleados, han exigido al unísono la modificación de las políticas del Gobierno del tecnócrata Mario Monti.
Sin embargo, la jornada de protestas en Turín y Milán se ha tornado violenta, luego de que un policía resultara gravemente herido en la primera de éstas, y otros cinco salieran lastimados en Milán, norte de Italia, debido a los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes.
"Pedimos el cambio de la política económica y que se fomente la solidaridad", ha recalcado el secretario de la Cámara del Trabajo de Milán, Onorio Rosati.
La jornada de huelga de este miércoles no se trata de una iniciativa únicamente italiana, sino que nace en el seno de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) y cuenta con la presencia de muchos países del viejo continente que se ven fuertemente afectados por las políticas de austeridad de sus Gobiernos.
Ciudadanos de España, Grecia, Polonia, Reino Unido, Austria, Dinamarca, Holanda, Finlandia, Rumania, Suiza, Suecia, República Checa y Eslovenia, también, han alzado sus voces para condenar los ajustes gubernamentales.
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Miles de italianos han copado este miércoles las calles de la capital, Roma, y numerosas ciudades del país contra los recortes del Gobierno, sumándose así a la marcha europea contra las políticas de austeridad.
"Somos la Europa que se rebela, no debemos nada a nadie", se lee en la pancarta que portaban los indignados, en su mayoría estudiantes, cuya huelga ha paralizado la capital italiana.
El organizador de esta huelga general de cuatro horas, el mayor sindicato del país, CGIL, espera una masiva participación popular en la marcha.
"Con la austeridad se asfixia el trabajo y se empobrece el país", ha advertido Susanna Camusso, líder del sindicato, quien ha dirigido la marcha organizada en la pequeña localidad de Terni, "emblema de la incertidumbre que viven los centros de producción de Italia", ha deplorado la activista italiana.
Manifestaciones similares han sacudido las ciudades de Turín y Milán, donde miles de personas, entre ellos cientos de desempleados, han exigido al unísono la modificación de las políticas del Gobierno del tecnócrata Mario Monti.
Sin embargo, la jornada de protestas en Turín y Milán se ha tornado violenta, luego de que un policía resultara gravemente herido en la primera de éstas, y otros cinco salieran lastimados en Milán, norte de Italia, debido a los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes.
"Pedimos el cambio de la política económica y que se fomente la solidaridad", ha recalcado el secretario de la Cámara del Trabajo de Milán, Onorio Rosati.
La jornada de huelga de este miércoles no se trata de una iniciativa únicamente italiana, sino que nace en el seno de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) y cuenta con la presencia de muchos países del viejo continente que se ven fuertemente afectados por las políticas de austeridad de sus Gobiernos.
Ciudadanos de España, Grecia, Polonia, Reino Unido, Austria, Dinamarca, Holanda, Finlandia, Rumania, Suiza, Suecia, República Checa y Eslovenia, también, han alzado sus voces para condenar los ajustes gubernamentales.