El jeque Ahmed al-Asir y sus seguidores aterrorizaron a los pacíficos residentes del barrio de “Taamir” cerca del campo de refugiados palestinos de “Ain Helwe”, en la ciudad de Sidón, con el pretexto de quitar las banderas y pancartas de Hezbolá, mientras el verdadero objetivo era “tapar” el ataque armado ocurrido horas antes contra un puesto de las fuerzas del orden a raíz de la retención del hijo del Asir por no obedecer las órdenes de los miembro del puesto de control y ofenderlos verbalmente.


El diario “Assafir” escribió que “la sedición asume su cabeza una vez más desde Sidón, aprovechando la tensión creada por los discursos de incitación que se repiten de forma sin precedente, a pesar de que la ciudad superó anteriormente la grave situación, tras la famosa sentada del Asir, sin derramar sangre, pues la experiencia esta vez es mucho más peligrosa dado que ha habido muertos y heridos en un altercado sospechoso, que pudo llevar la situación a limites obscuros si no fuera por la intervención de los “sensatos” que asedió el fuego antes de propagarse en las distintas direcciones y salvó a la ciudad de ser asesinada con la sedición”.

Intervención del ejército libanés

Fuentes de seguridad declararon al diario “Assafir” que “la elección del jeque Asir el barrio de Taamir para hacer exposición de fuerzas bajo el pretexto de quitar las banderas de Hezbolá y otras pancartas con frases relacionadas con la ocasión de “Ashura” no ha sido una elección inocente”, considerando que pretendía crear un problema en esta zona de mayoría confesional determinada, para provocar un enfrentamiento sectario y confesional.


Por su parte, fuentes militares aseguran que el Ejército libanés ha aumentado su presencia en la zona para intentar controlar la situación, y tiene órdenes precisas de tratar con fuerza contra cualquier presencia armada, previa advertencia de entregar las armas.

Tres muertos y varios heridos

El diario “Alajbar”, bajo el título “el pacifico Asir convierte Sidón en zona militar”, haciendo hincapié en las tres personas muertas y los dos heridos en el enfrentamiento que tanto previó el asir, escribió que “acaso la sangre derramada ha sido el precio pagado por la flojedad en tratar la incitación del Asir, o es simplemente el comienzo de la cuenta”.

El “Aljbar” opina que la ciudad de Sidón presenció ayer un ensayo de la guerra civil: Incitación sectaria, ataques armados contra barrios residenciales, hombres armados en vehículos que circulan las calles, francotiradores en las azoteas, línea de separación… Desplazados e inocentes muertos. Todo esto por unas banderas y pancartas que no eran del gusto del Señor Asir.


El diario señala que el conflicto se inició la tarde del viernes cuando el Asir en su discurso dio a Hezbolá un plazo de 48 horas para quitar las banderitas de “Ashora”. A medida que pasaba el tiempo, Asir marcaba “banco de objetivos” en caso de que su petición sea ignorada, siempre de forma pacífica como es habitual. Su pacificación se derramó anoche cuando sus seguidores anunciaron que quitarían las banderas a la fuerza.

Las verdaderas razones del ataque

A pesar de que Hezbolá retiró todas las banderas para cortar el camino a cualquier problema, el Asir llamó a sus seguidores a reagruparse, ya que tenía información de que algunos jóvenes colocaron una bandera de color negro (símbolo de luto), pero el verdadero motivo era otro, crear un problema para tapar el hecho de que los seguidores del Asir atacaron los elementos de un puesto de control en la misma ciudad de Sidón.

Horas antes, un puesto de control había retenido al hijo de Asir, que conducía un coche con ventanillas oscuras y sin papeles. Minutos más tarde se presentó el padre con sus guardaespaldas y atacaron a los cinco miembros del puesto. Según testigos presenciales, el Asir amenazó al oficial antes de sacar a su hijo a la fuerza y abandonar el lugar.

Los detalles del ataque

“El intensivo ruido de las balas no daba tiempo a reflexionar, el responsable de Hezbolá, Zaid Daher, en la zona intentaba calmar los nervios y convencer a los residentes del barrio quitar un retrato que llevaba años colgado allí cuando llegó el convoy del jeque Asir, de siete vehículos, sus guardaespaldas bajaron de los coches disparando a derecho y diestro, alcanzando al joven Ali Sharbini de 14 años, residente en el barrio, Daher intentó socorrerlo pero las balas de los acompañantes del Asir fueron más rápidas y le alcanzaron en el vientre y el hombro (a Daher). Hubo un lapso de tiempo lleno de sorpresa y choque, que fue roto por otras ráfagas en respuesta a los disparos, esta vez contra los atacantes causando heridas a tres guardaespaldas, además de dañar los coches del convoy que se alejó de la zona tras sacar sus heridos”.