Los comunistas luchan por un estado comunista desde 1969

El Gobierno de Filipinas dijo este martes que espera reanudar pronto las negociaciones de paz con los rebeldes comunistas, en lucha contra el poder central desde 1969, dos días después del anuncio de un acuerdo marco con los insurgentes musulmanes.

Las negociaciones entre Manila y el Frente Democrático Nacional (NDF), escaparate político del Partido Comunista Filipino (CPP), se bloquean al tratar la cuestión de la liberación de los militantes encarcelados del CPP, a la que el Gobierno se opone.

Las conversaciones mantenidas el año pasado en Noruega (las primeras desde 2004) se rompieron en noviembre.

En junio retomaron los contactos y las dos partes acordaron volverse a ver este mes de octubre, también en Noruega, pero Oslo no anunció todavía la fecha y los comunistas no confirmaron su intención de desplazarse.

"Desearíamos avanzar en nuestras conversaciones con los comunistas, pero les pedimos que abandonen sus condiciones previas", declaró a AFP Alexander Padilla, jefe de la delegación gubernamental.

"No hemos superado todavía este obstáculo", reconoció.

Las negociaciones previas entre Gobierno y comunistas se bloquearon en 2004 cuando los comunistas solicitaron ser retirados de la lista de organizaciones terroristas de Estados Unidos y la Unión Europea (UE).

La rebelión, que cuenta con unos 4.700 combatientes, lucha desde 1969 por instaurar un Estado comunista, lo que causó varios miles de muertos, según el ejército.

Manila anunció el domingo la conclusión de un acuerdo marco con los rebeldes del Frente Moro Islámico de Liberación (MILF), tras más de tres décadas de un conflicto que dejó unos 150.000 muertos.

El presidente filipino, Benigno Aquino, se comprometió al ganar las elecciones en 2010 a lograr que todos los movimientos insurgentes depongan las armas de aquí al final de su mandato único de seis años.