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La copia libanesa del legendario esp&iacutea israelí Elie Cohen

La copia libanesa del legendario espía israelí Elie Cohen

El libro “Desde El-Quds a Damasco, ida y vuelta” cuenta la historia del espía

Los capítulos de espionaje en Líbano no fueron el resultado de convertirse el Sur Libanés en un frente de resistencia a la ocupación israelí a principios de los años setenta. La historia comenzó muchas décadas antes, concretamente en los primeros años que precedieron la creación de la entidad israelí, cuando sus servicios de inteligencia decidieron implantar espías en el otro lado de la frontera norte, uno de los pioneros espías fue Mustafa Taleb.

A principios del año 1962, desapareció Mustafa Taleb, el empresario libanés de origen argelino, Taleb había comunicado a sus amigos que regresaba a Argelia para vivir con su familia allá, tras la liberación de su patria madre de la ocupación francesa. Ninguno de sus amigos, entre ellos personalidades públicas, empresarios y comerciantes, ha vuelto a oír de él. Nadie sabía que Taleb era un espía israelí que trabajaba para la Unidad 131 de la División de Inteligencia Militar israelí, cuya especialidad es reclutar colaboracionistas en países “enemigos”, y que su desaparición se debía a una decisión de la Unidad de suspender sus actividades de espionaje y su inmediato regreso a “Israel”.

La copia libanesa del legendario esp&iacutea israelí Elie Cohen

El 14 de enero de 1962, aterrizó taleb, o Masoud Bouton, según su autentica identidad israelí, en el aeropuerto de Lod, poniendo fin a una misión de espionaje que duró siete años, durante los cuales se trasladaba entre Beirut y Damasco. Su misión comenzó el año 1956 cuando recibió la orden de irse a Líbano. La historia de estos siete años la cuenta el libro “Desde El-Quds a Damasco, ida y vuelta” publicado recientemente en la entidad israelí por el ex oficial del Shabak, el corresponsal de asuntos palestinos en el periódico “Yadiot Ahranot”, Rony Shakid, que ha estado con Bouton largos días antes de su fallecimiento el año pasado, y escuchó de él los detalles de su historial de espionaje.

El libro fue escrito principalmente para limpiar el nombre de Bouton y recuperar sus derechos morales, ya que debido a una disputa entre él y sus superiores, fue expulsado de la Unidad sin ningún tipo de compensación. Este libro enfoca etapas fundamentales en la trayectoria de “Mustafa Taleb”, el empresario argelino que llegó a Beirut a principios del año 1956, donde se instaló y formó una red de relaciones sociales que le sirvieron posteriormente para obtener informaciones de inteligencia, que enviaba en informes a través de un aparato especial a Tel Aviv.

Se afilió a las fuerzas de la organización “Irgún”

Bouton nació en la vieja ciudad de El-Quds (Jerusalén) en el año 1924. Cuando tenía once años se trasladó con su familia a vivir en la parte occidental de la ciudad, a los quince años se unió a la organización “Irgún”, empezaba distribuyendo panfletos y comunicados. Fue detenido dos veces, la primera por su participación en la voladura de una estación de trenes en El-Quds, y la segunda fue un arresto administrativo durante los últimos días del colonialismo británico en Palestina. Horas después del anuncio de la fundación del “estado de Israel” ha sido puesto en libertad, para unirse a las fuerzas de la organización “Irgún” en sus enfrentamientos contra los palestinos, que llevó a la ocupación del lado occidental de El-Quds.

Después de la “guerra de independencia” israelí, Bouton fue enviado por la agencia Judía a los países del norte de áfrica, para gestionar la emigración judía a “israel”. Él dominaba la lengua árabe desde una edad temprana. Cuando regresó a “Israel” en el año 1954, fue reclamado a la Unidad 131 de la División de Inteligencia Militar, el cual trabajaba en el reclutamiento, adiestramiento y provisión de cobertura a los colaboracionistas, para luego enviarlos a “países enemigos”, implantarlos allí para recoger informaciones y formar una base servible en tiempos de guerra.

Bouton fue entrenado a disparar y preparar artefactos explosivos, así como siguió cursos de rehabilitación en navegación, seguimientos y evasión, fotografía y el envió de mensajes en clave. Le dedicaron un curso entero de cultura, tradiciones y costumbres árabes, además del lado religioso. A principios del año 1955, boulton salió para su nueva misión.

Una nueva misión, nueva identidad

Según el libro, la Unidad 131 ya no le servía de cobertura, “tenía que coser una él mismo”. En principio viajó a Europa y desde allí a Argelia, Bouton, al que el autor del libro le describe como muy hábil en el terreno y con mucho fervor mental, consiguió rápidamente hacerse con una nueva identidad, Mustafa Taleb. Seis meses después de su llegada a Argelia, pudo adquirir un carnet de identidad autentico de Argelia.

Bouton se estableció como un hombre de negocios. En el verano de 1956 regresó a “israel” de vacaciones, donde se reunió con sus superiores, que le notificaron que había sido elegido para ir a Siria y Líbano. Su primera parada fue en Roma, donde pasó por el consulado libanés y solicitó un visado de entrada. En Roma conoció a Sormary, una joven italiana que se convertiría en su segunda esposa, ella ignoraba que Taleb estaba casado con Esther que vivía en “Israel”, y que tenía dos hijos, Ehod y Naami. En Roma, Bouton entabló amistad con un funcionario en el consulado libanés, al mismo tiempo que construyó una serie de relaciones comerciales y también viajó a Libia.

Destino a Líbano

En mayo de 1957, Bouton abandonó Italia destino a Líbano. Alquiló una habitación en un hotel en el centro de Beirut, y comenzó a gestionar los trámites legales para obtener la nacionalidad libanesa. Pocas semanas más tarde empezaba a recibir ofertas de trabajo de diferentes tipos, como el comercio de pescado, ya que disponía de un buque de pesca con un frigorífico con capacidad de ocho toneladas de pescado, además de disponer de medios de comunicación avanzadas que le servían para sus operaciones especiales cuando era necesario, por otra parte trabajó Bouton en importación de motores de tractores agrícolas de Gran Bretaña, en carpintería, distribución de películas, importación de muebles de Italia… Y otras cosas.

La copia libanesa del legendario esp&iacutea israelí Elie Cohen

También fue capaz de cerrar contrato por el cual proporcionaba instalaciones técnicas para el Aeropuerto Internacional de Beirut, gracias a ese contrato pudo conseguir los planos de construcción del aeropuerto con el pretexto de que quería acoplar el equipo técnico con las características de ingeniería de estos planos, y después de conseguirlos los mandó a su Unidad en Tel Aviv, que les ha servido en la planificación de la operación llevada a cabo por unidades especiales israelíes en el Aeropuerto de Beirut el año 1968, cuando destruyeron varios aviones en la pista. Bouton dedicó parte de sus esfuerzos para identificar  a los proveedores de petróleo
de Arabia e Iraq.

Las autoridades libanesas le reconocen como ciudadano libanés

Un año más tarde, Sormary se unió a él y se instalaron en un apartamento de lujo en calle Badaro en Beirut. Bouton estaba en medio de un procedimiento judicial para obtener la nacionalidad libanesa, ideó un plan brillante para tal fin, argumentó que él había nacido en Líbano y que sus padres emigraron a Argelia cuando él apenas tenía un año valiéndose de documentos de una familia del sur cuya historia coincidía con lo que él contó, la familia tenía de apellido “Taleb”. También aprovechó de sus amistades con funcionarios en el ministerio de Interiores para acelerar los trámites. En el año 1958 las autoridades libanesas reconocieron a Mustafa Taleb como ciudadano libanés.

En aquel entonces, los negocios de Bouton empezaban a extenderse hacia Siria, En Damasco vivió en el barrio Abu Romanah, entabló una importante red de relaciones, siempre iba acompañado con hombres de negocios, en Hama se interesó por la nueva presa construida por los sirios con la ayuda de ingenieros búlgaros, en Aleppo se impresionó por los mercados de la ciudad, durante sus viajes se fijaba en las instalaciones y las bases militares, procurando saber de memoria todos los detalles, y posteriormente apuntarlos y enviarlos de informes a “israel”.
Aparatos especiales para enviar informes

El envío de informes se efectuaba a través de un aparato especial camuflado dentro de un armario en su dormitorio de la casa en Beirut. Como necesitaba una antena para la transmisión, colocó una en el tejado de su casa con el pretexto de que su mujer, Somary, quería escuchar emisoras italianas.

Bouton disponía de un lujoso despacho donde le visitaban hombres de negocio que trataban de participar en sus negocios y le servía de base para tejer su red de relaciones,  lo que le convirtió en un personaje “de casa” en la zona franca del Aeropuerto de Beirut, como en el resto de los puertos libaneses, Trípoli, Yunieh, Sidón y Tiro. Gracias a estas relaciones llegó a asistir a una reunión de los ministros árabes en Beirut el año 1959, donde tuvo la oportunidad de apretar las manos de los ministros y conversar con ellos, incluso apareció en fotografía, según el libro, en un periódico libanés que cubría la reunión.

Mientras tanto, Bouton trataba de conseguir carnet de identidad y documentos de identificación personal para otro miembro de la unidad, por encargo de sus superiores, que estaba programado ser enviado a Siria. El nuevo espía, que se llamaría Amin Kamel Zabet, no era otro que Elie Cohen, quien sucedió a Bouton después de su regreso a “Israel”, y fue descubierto más tarde por la Inteligencia Siria, y ejecutado en la horca en la plaza Margeh el año 1965.

Durante diez años, Bouton viajaba a “Israel” una vez al año y permanecía allí unos diez días, pasaba la mayor parte del tiempo recibiendo entrenamientos e instrucciones. A excepción de su mujer israelí que conocía la naturalidad de su trabajo, el resto de sus familiares lo ignoraban totalmente, creían que viajaba a Paris enviado por el ejército para estudiar, y que tenía el cargo de ayudante del delegado militar en la embajada israelí en la capital francesa.

El comienzo del final de su trayectoria de espía

Según el libro, el comienzo del final de la trayectoria de espionaje de Bouton se debió a su insistencia de pasar unas vacaciones familiares en Suiza una vez al año, la dirección de la Unidad le concedió el permiso para una sola vez, y le negó que fuera periódicamente, Bouton protestó e intentó presionar a sus superiores amenazando con finalizar su misión y regresar a “Israel”. El intento se convirtió rápidamente en una crisis de confianza con la dirección de la Unidad, que a su vez le notificó la orden de liquidar sus negocios y regresar inmediatamente a “Israel”. Bouton intentó justificar su postura y echarse atrás, pero no le sirvió para nada. Bouton acató las órdenes, liquidó sus negocios, y se separó de todos aquellos con quienes tenía relación.

Una vez en “Israel” trató de cambiar la decisión, llegó hasta el presidente de la Inteligencia Militar, Meir Cohen, que zanjó el asunto confirmando la decisión de echarle del ejército alegando que había incumplido los términos del contrato. Nunca recibió compensación de fin de servicio.
Dos años más tarde, abandonó “israel” con su familia destino a Francia. En Estrasburgo trabajó en lavar vajillas en una institución de la comunidad judía, después trabajó como conductor privado y vendedor ambulante. Permaneció allí hasta su muerte en Mayo del año pasado, lo enterraron en el cementerio de la comunidad judía.

La responsabilidad del descubrimiento de Cohen

Después de que hayan tomado la decisión de suspender las actividades de Bouton, él suplicó al comandante de la Unidad 131, de acuerdo con lo que está escrito en el libro, para que no utilizaran la identidad de Kamel Amin Zabet, inventada por él, como tapadera del espía que supuestamente debía ir a Siria. Bouton justificó su petición diciendo que habiendo sido él quien preparó los documentos es lógico que le relacionen con él y su desaparición repentina levantará sospechas sobre el dueño de la nueva identidad. Pero el liderazgo de Inteligencia no escuchó sus advertencias y usaron la identidad de Zabet como cobertura de Elie Cohen, el famoso espía que fue descubierto en Siria y ejecutado en el año 1965.

Fuentes de la Inteligencia israelí negaron que la información declarada por Bouton sobre su participación en la creación de la identidad de Cohen fuese cierta, señalando que dicha identidad fue preparada en Argentina, y que Bouton no tuvo nada que ver en el asunto. Las mismas fuentes acusaron a Bouton de mentir y consideraron que había inventado toda la historia.

Cumplimiento de las enseñanzas del Islam

Cuenta Bouton, en su biología sobre el periodo de su adiestramiento de espía, explicando como le dedicaron sesiones importantes para conocer y aprender la religión islámica y la cultura árabe, así como las costumbres y las tradiciones. En este sentido especifica que realizaba las oraciones, acorde a la religión musulmana, cinco veces al día, y recitaba oraciones del Corán de memoria, también aprendió la forma de llevar conversaciones de carácter religioso, y sabía los rituales propios de las diversas ocasiones, en especial de los días festivos.

Durante el tiempo de su “servicio” como espía, dice Bouton que rezaba en las mezquitas y ayunaba el mes de Ramadán, incluso participaba en manifestaciones contra “Israel” al grito de Allahu Akbar (Dios es Grande) y otras consignas hostiles a “israel”.

Después de haber obtenido la ciudadanía libanesa se casó con su amante, la italiana sormary, que según dijo se convirtió al islam por él. El libro publica una copia del certificado de casamiento, un documento libanés expedido por el tribunal y sellado por un juez religioso.
Después de haber sido expulsado de la Unidad, Bouton viajó con Sormary a Italia donde la abandonó, la dijo que iba a visitar a su familia en Argelia prometiendo volver pronto, varios años después volvió y la contó toda la verdad.

Mohamed Bdeir – el diario El-Akhbar

| 03/07/2012