noscript

Seleccionados

Las huellas extranjeras en los disturbios en Irán, en detalles

Las huellas extranjeras en los disturbios en Irán, en detalles

Al dar una mirada a los disturbios y actos terroristas registrados los últimos dos meses en Irán, se observan abiertamente huellas extranjeras. La agencia rusa de noticias Sputnik en un breve artículo ha presentado una línea de tiempo de los hechos violentos desatados en Irán, tras la muerte de la joven Mahsa Amini, hace dos meses.

El 13 de septiembre, un agente detuvo a Mahsa Amini, de 22 años, en Teherán. La joven sufrió un infarto en el centro policial, por lo que fue trasladada inmediatamente a un hospital, donde falleció tres días después. Tras la repentina muerte de la joven, algunos se apresuraron a culpar a la policía y, bajo este argumento, se desataron protestas en varias ciudades.

En tan solo dos días, las protestas se convirtieron en disturbios con sangrientos enfrentamientos, que incluso continúan hasta ahora en varias provincias.

El 1 de octubre, el Ministerio de Inteligencia de Irán anunció que había detenido a nueve ciudadanos de países europeos (incluidos ciudadanos de Francia, Italia, España y Alemania) a los que acusó de “espiar y crear disturbios” en el país.

La Inteligencia iraní consiguió atrapar y detener en mayo a dos ciudadanos franceses (Cecile Kohler, de 37 años, y Chuck Paris, de 69) que confesaron públicamente ante las cámaras a principios de octubre que eran agentes de los servicios secretos y que su misión era convocar protestas y disturbios que pudieran llevar al derrocamiento del Gobierno de Irán.

El 26 de octubre se produjo un atentado terrorista en el santuario de Shah Cheraq, en Shiraz (suroeste de Irán), donde un criminal armado entró en el recinto religioso y disparó a ciegas a los fieles. El grupo terrorista Daesh se atribuyó la responsabilidad del mortal ataque. Los servicios de inteligencia iraníes determinaron posteriormente que un ciudadano azerbaiyano era el autor intelectual del ataque y el que disparó tenía nacionalidad tayika. El caso también implica a ciudadanos afganos como coautores.

El 9 de noviembre, Irán detuvo en el Golfo Pérsico un barco lleno de material de espionaje y armas. El portavoz de la Inteligencia iraní, Amir Musavi, explicó que “el cargamento del barco pertenecía a los saudíes, que lo habían enviado como apoyo a los rebeldes en Irán”.

El 15 de noviembre, el Ministerio de Asuntos Exteriores iraní convocó por segunda vez al embajador alemán, Hans Udo Mutzel, al que entregó una nota de protesta “por los enfoques destructivos de Alemania en relación con los eventos internos de Irán” y “la coordinación de gobiernos extranjeros y organizaciones internacionales para fortalecer la presión sobre la situación interna” del país.

El 22 de noviembre, el portavoz del Poder Judicial iraní, Masud Setayeshi, declaró que “hasta ahora, 40 extranjeros han sido arrestados por su implicación en las protestas”.

El 23 de noviembre, el canciller iraní, Hosein Amir Abdolahian, explicó en una conferencia de prensa que durante las últimas semanas se activaron 76 centros terroristas y contrarrevolucionarios en la región del Kurdistán iraquí, que estaban enviando armas israelíes y estadounidenses a las provincias occidentales y orientales de Irán.

Según las autoridades iraníes, el Reino Unido desempeñó un papel importante en la desestabilización de la situación en Irán. Los medios de comunicación en idioma persa controlados por Londres (BBC Persian e Iran International, este último financiado por Arabia Saudí) han sido los que más instigan a la gente a salir a las calles de Irán y atacar a las fuerzas del orden.

En respuesta, Irán impuso sanciones contra estos medios de comunicación británicos “por acciones que provocaron disturbios, violencia y ataques terroristas contra el pueblo iraní”, y reconoció a BBC Persian e Iran International como organizaciones terroristas.

 

| 24/11/2022