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Opinión

Siria: después de Daraa y el sur, la liberación de Idlib y el norte es una prioridad

Siria: después de Daraa y el sur, la liberación de Idlib y el norte es una prioridad

Es evidente que la agresión dirigida contra Siria, contra su existencia, su posición y su papel en la región, no logró sus objetivos, por mucho que esmeren los planeadores y sus aliados en ocultar esa realidad.

Siria y sus aliados internacionales y regionales han logrado una victoria estratégica que no se puede eludir. Mientras los principales componentes del frente agresor han comenzado a lidiar con la nueva situación tratando de reducir el tamaño de su pérdida o trabajar para obstruir la inversión del vencedor de su éxito y limitar los efectos de la victoria.

Cualquier observador de la escena siria puede fácilmente darse cuenta que varios temas están a la espera de ser tratados a la luz de los logros alcanzados en las últimas semanas, siendo el más importante de los cuales es la liberación de Idlib.

Purificar Idlib del terrorismo, junto con liberar el norte de Siria de la ocupación turca, es un tema que se ha convertido en una prioridad para el gobierno sirio, especialmente después del éxito logrado en el manejo del expediente del sur, Daraa y la Cuenca de Yarmouk.

En este último expediente, Siria logró lo que quería para restaurar toda la región a la plena soberanía siria y cortar el camino al régimen israelí y otros, asimismo fortificó la región a nivel nacional con la legítima decisión de seguridad siria, para impedir que se vuelva a manipular a los habitantes de esa región, y prevenir la formación de anomalías separatistas en violación del principio de soberanía e independencia.

Por lo tanto, la forma de tratar el caso de Idlib no estará lejos del espíritu y contenido del acuerdo que el estado sirio logró imponer en Daraa y la Cuenca de Yarmouk, teniendo en cuenta ciertas peculiaridades en Idlib que imponen un tratamiento especial en el que la fuerza y firmeza avanzan, aunque con flexibilidad, en el campo por encima de otros asuntos.

De ahí la importancia de la cumbre que se celebró en Sochi en Rusia entre Putin y Erdogan, una cumbre que Rusia ha allanado el camino con medidas y acciones políticas y diplomáticas en un momento y militar en otro.

Recordamos aquí lo que el presidente Putin dijo durante la cumbre con el presidente sirio Bashar al-Assad, que “la presencia extranjera en suelo sirio sin el consentimiento del gobierno sirio es un asunto ilegal que debe terminar”. También recordamos que el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, dijo en Nueva York al margen de las reuniones anuales de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que “La situación terrorista en Idlib impide la estabilidad y debe terminar”.

Las declaraciones rusas fueron seguidas por una acción militar de campo que tuvo como objetivo escondites terroristas desde Idlib hasta Afrin en el noroeste de Siria, con ataques aéreos rusos en apoyo del bombardeo llevado a cabo por la Fuerza Aérea Siria.

Todo esto viene en el contexto de mensajes dirigidos al turco para decirle que su ocupación de territorio sirio o su patrocinio del terrorismo en territorio sirio se ha convertido en algo que no se puede aceptar y no se puede tolerar su continuación, y que debe revisar la situación y tomar la decisión adecuada que cumpla con las decisiones decididas en las reuniones de Astana, Sochi y Moscú.

Sobre esta base, la situación de Idlib y su manejo serán a la luz de la decisión estratégica de Siria ya tomada, y consiste en recuperar toda la región, hasta las fronteras internacionales, sin presencia de terroristas o extranjeros en ella.

El presidente turco tiene que elegir entre dos opciones; reconocer la soberanía siria, lo que significa retirar sus fuerzas de forma gradual, comenzando con la evacuación del área al sur de la M4 como una primera etapa y terminando con la salida de Afrin como una cuarta etapa, y entre ellas las dos etapas del desmantelamiento de las organizaciones terroristas y la evacuación del territorio sirio de los grupos terroristas y las formaciones militares apoyadas por Turquía.

La otra opción, es enfrentarse militarmente a las fuerzas gubernamentales sirias que, apoyadas por Rusia, iniciarán la batalla decisiva para liberar Idlib y poner fin a la ocupación terrorista turca en el norte del país.

La liberación de Idlib se ha convertido en la primera prioridad tanto para Siria como para Rusia, luego viene la liberación del noreste de Siria, un asunto que está por encima de cualquier otra consideración.

 

| 11/10/2021