noscript

Seleccionados

La paradoja de Madrid, cerrado para los españoles y abierto a los extranjeros

La paradoja de Madrid, cerrado para los españoles y abierto a los extranjeros

Con sus bares abiertos y su toque de queda nocturno, Madrid se volvió el refugio favorito de los escasos turistas europeos, sobre todo franceses. Pero los españoles de otras regiones tienen prohibido viajar a la capital, una diferencia de trato que causa exasperación y enfado.

“Hemos salido de Francia para venir a Madrid. Resulta surrealista beber una cerveza en terraza, cuando uno piensa que en París estamos confinados. ¡Es mágico!”, explica sonriente Mathieu de Carvalho, estudiante de 22 años recién llegado a la capital española con tres amigos más, según informa AFP.

Desde que concluyera la primera ola de la pandemia y el desconfinamiento en junio de 2020, la región de Madrid ha mantenido sus puertas abiertas a los extranjeros. Ahora, la llegada de la primavera y el buen tiempo atraen a un turismo reducido en busca de museos, bares, restaurantes y teatros abiertos.

Fuera de la capital, los alemanes podrán viajar esta Semana Santa a la isla de Mallorca, en las Baleares, uno de sus destinos predilectos.

Pero al mismo tiempo, y con la excepción de las islas Canarias, los desplazamientos están prohibidos entre las regiones de España salvo motivo imperioso.

La medida rige hasta el 9 de abril, para evitar que se produzca una cuarta ola durante la Semana Santa (28 de marzo-4 de abril), sinónimo de desplazamientos en tiempos normales.

Esto significa que los españoles no pueden salir de su región para ir a ver a sus parientes en otra zona del país.

El alcalde de Madrid, el conservador José Luis Martínez-Almeida, defendió la llegada de turistas extranjeros, que vienen no para “beber” sino “a nuestros teatros, nuestros cines, nuestro Teatro Real, a disfrutar la cultura”. Un razonamiento que no logra apagar la indignación de muchos madrileños.

“La pandemia es para todos”, y “si todos tenemos que estar en casa, tenemos que estar todos”, locales y foráneos, dice José Rodríguez, un fotógrafo de 28 años enfadado por no poder ir a ver a su familia en Andalucía, en el sur de España.

En un país muy dependiente del turismo, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, se defendió no obstante el miércoles en el Congreso aseverando que su política es “coherente con las recomendaciones” de Bruselas.

 

| 26/03/2021