¡Al-Quds vive en Sudamérica!: una reseña del libro Palestina crónica de la ocupación sionista

Escrito por: Felix Antonio Cossío Romero

Defender la causa palestina es un deber moral e histórico de América latina, desde México hasta Argentina, denunciar públicamente a la entidad sionista por sus crímenes de guerra y su Apartheid contra la población palestina, es una obligación de todos los países periféricos del mundo que también han sufrido el saqueo, la explotación, la limpieza étnica, la esclavitud y la ocupación por parte de potencias extranjeras.

El trabajo de nosotros los indios, mestizos, Homúnculos (y las múltiples formas por las que hemos sido denominados por parte del centro hegemónico), es que Palestina siga figurando en el mapa y en la historia. Libros como los del analista político Pablo Jofre Leal son una muestra de compromiso y a su vez, nos muestran una realidad de la que mucho se habla, pero sigue siendo una realidad desconocida para nuestra América, Palestina y el martirio acompañado del olvido que sufre su pueblo.

Cuando se dividió Palestina en dos en el año 1947, a los colonos sionistas se les dio el 56% de una tierra que estaba ocupada desde hace siglos, y a los palestinos se les dio el 44% restante, siendo por mucho la mayoría y los habitantes nativos desde hace muchos siglos de esas tierras. Así miles de judíos del Cáucaso, de Europa y otras partes del mundo llegaron a invadir una tierra que no les pertenecía. Del mismo modo, el 90% de la tierra fértil, rica en agricultura y con reservas hídricas les fue entregada a los sionistas, a los palestinos les toco la parte más árida, seca y el desierto.

En la actualidad, después de más de 70 años de esa terrible invasión, solo queda el 15% de la Palestina histórica. Palestina Crónica de la ocupación sionista nos devela el gran exterminio del ejército israelí que cuenta con tecnología militar de última generación, desde aviones F-35 (suministrados por EEUU que, además, dona a la entidad sionista 4000 millones de dólares anuales), hasta armamento nuclear.

Además, hay que tener presente que “Israel” tiene uno de los mejores ejércitos del mundo. Mientras los palestinos se defienden con piedras y resorteras. Por cada israelí muerto en la guerra, el régimen sionista se cobra la vida de 40 palestinos, un conflicto totalmente desigual y que la comunidad internacional que con su silencio y apoyo incondicional al régimen israelí también tienen manchadas las manos de sangre.

Por otra parte, las monarquías del golfo pérsico encabezadas por Arabia Saudita también han traicionado la causa palestina y vendido Al Quds a los Sionistas. En el terreno “Israel” absorbe más territorio de Palestina que poco a poco desaparece del mapa frente a la indiferencia del mundo.

Creemos en el principio de soberanía, independencia y autodeterminación de los pueblos, y a pesar de las múltiples agresiones del régimen israelí y de su anexión ilegal de territorio, en el mundo crecen movimientos y medios alternativos que denuncian esta injusticia que son el Génesis de todos los conflictos que vive Oriente Medio en la actualidad.  Condenamos el servilismo de algunos gobiernos de América latina con EEUU, e “Israel”. Rechazamos el traslado de la embajada de Guatemala a Al-Quds (Jerusalén), y esperamos que ningún otro país tome esta nefasta decisión. Creemos en la liberación de Palestina (donde todos los medios de resistencia son válidos para este oprimido pueblo) y condenamos al sionismo por su proyecto colonial en toda Asia Occidental.

Ojalá que el libro se convierta en un Bestseller, llegue a cada librería, biblioteca, comuna, barrio y favela de nuestros países latinoamericanos, se lea y relea las veces que se merece. ¡Gracias Pablo!