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Opinión

Se acerca el fin de la era Benjamin Netanyahu

Se acerca el fin de la era Benjamin Netanyahu

La acusación por corrupción contra el primer ministro israelí en el mismo momento en que los diputados tienen que pronunciarse sobre su próximo jefe de gobierno podría acelerar el fin de la era del “rey Bibi”, el primer ministro israelí que más tiempo ha estado en el puesto, en el poder de manera ininterrumpida desde hace 10 años.

La entidad sionista se despertó este viernes con un primer ministro acusado, algo sin precedentes en su historia. Corrupción, fraude y abuso de confianza en tres casos diferentes: Netanyahu encara el peor de los escenarios posibles desde que la justicia empezó a investigarlo.

Netanyahu no consiguió reunir a los 61 diputados necesarios para obtener la mayoría parlamentaria y formar gobierno tras las elecciones anticipadas en abril, ni tras las de septiembre.

Durante las tres próximas semanas, los diputados israelíes tienen que escoger entre apoyar una personalidad apta para dirigir un futuro ejecutivo o abocar el país a unas terceras elecciones en menos de un año.

“El final está claro. La pregunta ahora es saber hasta qué punto el camino tendrá obstáculos”, escribió Yehuda Yifrah, del semanario Makor Rishon, de derechas.

A partir de principios de la semana próxima, Netanyahu ya podría sentir los efectos de la acusación, puesto que la ley israelí prohíbe a un ministro, y no a un primer ministro, seguir en sus funciones si está acusado.

El primer ministro, de 70 años, prometió “no abandonar” y denunció un “golpe de Estado” contra él. Llamó asimismo a “investigar a los investigadores” del caso contra él y pidió a sus partidarios que se movilicen a su favor.

El viernes, unos 80 manifestantes anti-Netanyahu, algunos de ellos con pancartas que rezaban “Corrupto, vete a tu casa”, se reunieron ante la sede de su partido, el Likud, en Tel Aviv. Al otro lado de la calle, simpatizantes de Netanyahu entonaban alabanzas.

Pero el golpe final se lo podrían asestar en su propio campo, el partido Likud, que tiene que decidir si lo apoya contra viento y marea o si lo abandona para presentar a otro candidato al puesto de primer ministro.

 

| 23/11/2019