Estados Unidos trama imponer sus títeres en los mandos de poder en Iraq y Líbano

Los enemigos traman colocar en los mandos de poder en Iraq y Líbano a agentes de Estados Unidos, alerta el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Irán.

“Intentan surfear los disturbios y dañar el sistema (político) en Iraq y Líbano”, aseveró el jueves el general de división Mohamed Hosein Baqeri, en una ceremonia militar.

Asimismo, señaló que el Gobierno estadounidense, para materializar sus objetivos en estos dos países, procura dispersar la corrupción y la depravación, con miras a desalentar a los iraquíes y libaneses ante la actitud de las autoridades.

Tras haber llamado a vigilar con mucha prudencia todas acciones del enemigo, el general Baqeri recordó cómo la arrogancia mundial creó al grupo terrorista Daesh y, con ello, una guerra devastadora en Iraq y Siria.

Al respecto, el mando castrense subrayó que, gracias al sacrificio y la valentía de combatientes del Eje de la Resistencia, los dos países lograron neutralizar los complots de los enemigos y consolidar su soberanía en todo el territorio nacional.

Las ciudades iraquíes han sido escenario de protestas durante los últimos días. El detonante de las movilizaciones fue la carencia de servicios básicos, el desempleo y la corrupción, pero ciertos países extranjeros, valiéndose de agentes infiltrados, han tornado estas marchas pacíficas en un caos de violencia, para beneficiarse de la situación.

En el caso de Líbano, las masivas protestas que comenzaron en reacción al plan del entonces el primer ministro libanés Saad Hariri de imponer impuestos al uso de la aplicación de mensajería WhatsApp.

No obstante, las protestas de los libaneses se volvieron violentas debido a la presencia de agentes infiltrados, relacionados con EEUU, Arabia Saudí y el régimen israelí, que buscan manipular a las autoridades e impedir que el Movimiento de Resistencia Islámica de Líbano (Hezbolá) aumente su influencia.

Irán rechaza tajantemente las instigaciones de Estados Unidos y sus aliados regionales en las protestas populares en Iraq y Líbano y alerta de que cualquier presencia extraña puede convertir estas manifestaciones en perjudiciales para ambas poblaciones.