El estúpido truco del enemigo israelí para apurar la respuesta de Hezbolá

La tensión domina en ambos lados de la frontera, entre Líbano y Palestina ocupada, desde el ataque israelí en los suburbios del sur de Beirut la madrugada del domingo pasado.

La Resistencia aumentó su preparación militar y de seguridad, vinculada al desarrollo peligroso presenciado en las arenas libanesa y siria, así como al comienzo de las celebraciones de Ashura que duran diez días, con las estrictas medidas de seguridad que lo acompañan.

Mientras, el ejército israelí está “esperando” la respuesta de Hezbolá a sus ataques. Para ello, hizo invisible el movimiento de sus soldados.

El ejército israelí recurrió a un truco que solo puede describirse como “idiota”, que se reflejó al colocar soldados de plástico en vehículos cerca de la frontera, detrás del muro y frente a la localidad libanesa de Kfarkela.

El “estúpido truco” de los muñecos (revelado por la televisión Al-Manar) parecía ser una forma de “poner a prueba” la respuesta de Hezbolá a sus ataques, por un lado, y “acelerar” la represalia por el otro.

Esta posibilidad “aparente” no elimina que el enemigo pudiera tener otros objetivos aún desconocidos, aunque la Resistencia tiene estimaciones e información para tomar la decisión adecuada que conducirá al retorno de las reglas de enfrentamiento a lo que era antes del domingo pasado.

En consecuencia, según fuentes de campo, el enemigo no evacuó sus posiciones frontales, sino que tomó medidas para permitir que los soldados “desaparecieran” mediante el redespliegue y el refuerzo de las posiciones traseras.