La policía militar rusa comenzó a patrullar el territorio de Manbij, en la provincia siria de Alepo, cerca de la frontera con Turquía, después de que las fuerzas kurdas empezaran a retirarse de la zona en virtud de un acuerdo con las fuerzas gubernamentales sirias ante el temor de una ofensiva turca contra esa población bajo control kurdo.

“Hoy martes comenzó el patrullaje de la zona de seguridad en la localidad de Manbij y sus alrededores; la tarea es garantizar la seguridad en el área de responsabilidad, controlar la situación y la circulación de las formaciones armadas”, comunicó a la prensa el portavoz de la policía, Yusup Mamátov.

La policía militar patrulló este martes varias decenas de kilómetros en la parte norte de la zona, aunque la ruta cambiará regularmente en el futuro, indicó Mamatov.

Agregó que residentes locales informan a la policía sobre depósitos de armas y proyectiles sin explotar que permanecieron allí desde que el territorio fue ocupado por los combatientes.

A finales de diciembre, el Ejército sirio entró en Manbij, controlado antes por las milicias kurdas de las YPG, e izó la bandera nacional en la ciudad.

Poco antes las YPG anunciaron que abandonaban Manbij por las amenazas de Turquía de invadirla, y llamaron a tropas gubernamentales sirias a tomar el control sobre la ciudad.

A principios de enero, se informó de que unos 400 milicianos kurdos de las YPG abandonaron Manbij, según lo pactado con Damasco, y se dirigieron a la orilla oriental del río Éufrates.