Casi 40 mil personas murieron el pasado año en Estados Unidos por disparos de armas de fuego, en comparación con las 28 mil 874 reportados en 1999, reveló el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).

Un informe del CDC precisa que ese número incluye a los suicidios, que alcanzaron los 23 mil 854, la cifra más alta en 18 años; y la de homicidios, que totalizaron 14 mil 542.

El documento precisa que la tasa actual de fallecidos por armas de fuego es de 12 por cada 100 mil habitantes, en contraste con el 10,3 por ciento contabilizado en 2007.

La televisora CNN, que también cita el texto, precisa que los 39 mil 773 decesos por este motivo el pasado año es un récord desde que comenzaron a contabilizarse en 1979.

En 2017 casi 109 personas murieron a diario por esta causa, la violencia con armas de fuego es una epidemia de salud pública, por lo cual debemos promulgar e implementar leyes y medidas sobre el tema, afirmó Adelyn Allchin, directora de investigación de ese grupo.

“La violencia con armas de fuego ha sido parte de nuestra vida cotidiana durante demasiado tiempo. Ya es hora de que los líderes electos de todos los niveles del gobierno trabajen juntos para hacer que la violencia con armas de fuego sea rara y anormal”, apuntó.

En respuesta, la Asociación Nacional del Rifle, una organización que defiende el derecho de los norteamericanos a poseer armas, estimó en Twitter que el control de esos artefactos no es la respuesta para enfrentar la pandemia.

Sin embargo, las cifras contradicen esa postura pues en 2017 se registraron las más altas tasas de suicidios con armas de fuego en los estados norteamericanos donde existen mayores índices de posesión de esa tecnología.