La escena se repite cada año en más de un lugar. Las devastadoras riadas invadieron este jueves la avenida principal y un barrio de la localidad libanesa de Labwe, en el valle de Al Biqaa, arrasando a vehículos y cultivos.

A pesar que en Labwe no ha llovido, las fuertes tormentas y las fuertes lluvias en los cercanos montes de Arsal provocaron fuertes riadas que inundaron la localidad ubicada en el nordeste del país.

Las inundaciones causaron serios daños materiales a casas, centros comerciales y cultivos.

Las rocas y el barro de los deslaves bloquearon la avenida principal del centro urbano e impedían el tránsito.

En un llamamiento a las autoridades, el jefe del Comité de Ayuda, general Mohamed Kheir, pidió que se adoptaran todas las medidas para atenuar las pérdidas materiales y humanas.

El Ministerio de Energía y Agua negó responsabilidad por negligencia ante un inusual aumento de las lluvias y culpó al Ministerio del Interior y a los dirigentes de los municipios locales.

La de ayer resulta la más reciente de una serie de inundaciones devastadoras en esa región. Las precipitaciones inesperadas anegaron carreteras en zonas norteñas del país y en la oriental región de Baalbek. No hubo que lamentar víctimas mortales.