El canciller interino de Líbano, Gebran Bassil, advirtió el viernes sobre las falsas expectativas para formar un Gobierno en breve, tomando en cuenta que la decepción podría ser mayor en la población.

Bassil aludía a las promesas del primer ministro designado, Saad Hariri, de que podría instalarse un gabinete en los próximos 10 días.

“No quiero crear un optimismo artificial en el pueblo libanés, porque cada vez que lo hacemos, la decepción se hace más grande”, dijo el también jefe del partido Corriente Patriótica Libre (CPL) en conferencia de prensa.

El jefe de la diplomacia libanesa agradeció el tono entusiasta de Hariri, quien lleva más de cinco meses en la tarea de formar el Gobierno, aunque pidió más concesiones del presidente del Consejo de Ministros para facilitar el proceso.

“Así como él ha pedido concesiones a otros, él debe hacer lo mismo y presionar para que ayuden”, dijo.

El canciller ratificó ser partidario de un Gobierno de unidad nacional, pese a que el presidente Michel Aoun, fundador de la CPL, opina que, de continuar el estancamiento, preferiría un Gobierno mayoritario.

Bassil sugirió una fórmula para el gabinete de 30 miembros, basado en el criterio de dividir los 128 diputados del parlamento entre las carteras.

“Por cada cinco diputados, explicó, el partido debe tener un ministro”.

Según el canciller, el gabinete quedaría distribuido así: CPL (29 diputados), seis ministros; Hezbolá/Amal (30 diputados), seis ministros; Corriente Futuro (20 diputados), cuatro ministros; Fuerzas libanesas (15 diputados), tres ministros; Partido Socialista Progresista (Nueve diputados), dos ministros; movimiento Marada (Siete diputados; un ministro.

El presidente Michel Aoun tendría cinco ministros y primer ministro Saad Hariri, uno o dos ministros.

Los puestos restantes irían a organizaciones como los partidos Kataeb, Nacional Socialista Sirio y los independientes.