Aviones de combate sirios y rusos atacaron el martes un importante enclave terrorista en la provincia de Idlib, días antes que los líderes de Rusia, Irán y Turquía se reúnan para debatir sobre una ofensiva prevista del Gobierno de Damasco contra los grupos terroristas que controlan la mayor parte de la mencionada provincia.

Los cazas bombardearon sectores rurales alrededor de Jisr al Shughour, en el extremo occidental del enclave de Idlib, tras una semana sin hostilidades, y causaron la muerte de 13 personas, según activistas.

Un ministro del Gobierno sirio dijo que la situación de Idlib probablemente se resolverá por la fuerza. “Hasta ahora, es más factible que se produzca una acción militar a que haya una reconciliación”, dijo Ali Haidar a la agencia de noticias rusa Sputnik.

“Idlib es diferente de otras regiones por su enorme número de militantes”, sostuvo Haidar.

La situación es distinta a la que existió en la provincia de Damasco y en el sur del país, donde se lograron acuerdos de paz con unos grupos armados, añadió.

“Sin embargo, no podemos decir que no existe vía para la reconciliación”, señaló.

Conforme a los acuerdos con Damasco, los combatientes que se negaban a rendirse a las fuerzas gubernamentales en Alepo, Homs y Ghuta Oriental, se fueron trasladando gradualmente a Idlib, que desde 2017 forma parte de una zona de distensión patrocinada por Turquía.

El Gobierno de Siria declaró en julio pasado que se reserva el derecho de usar la fuerza militar para recuperar la provincia de Idlib, si los grupos armados rechazan sus condiciones de paz.