El partido Al Mustakbal (Futuro), del primer ministro libanés, Saad Hariri, perdió 13 escaños en las elecciones generales y de 34 que poseía, quedó en 21, reconoció el jefe del Gobierno durante una conferencia de prensa.

Hariri trató de restar importancia a esa caída de curules y popularidad con el argumento de que la agrupación política superó muchas barreras antes y durante los comicios.

“Estamos ante una nueva fase y enormes desafíos. Y como jefe de Al Mustakbal continuaré en la guía de todos los desafíos económicos, sociales y de desarrollo”, indicó.


Una de las mayores decepciones del partido azul se registró en la circunscripción Beirut II, tradicional bastión de los futuristas, en la cual disminuyó hasta tal punto su influencia que solo consiguió seis de once escaños, mientras su opositor por antonomasia, la alianza Hezbolá-Amal, se hizo de dos de los puestos.

Respecto a sus posiciones anti-Hezbolá, apuntó que, si bien hay un enfrentamiento de conceptos que no desaparecerá, Líbano podría disponer de un gobierno plural.

Por su parte, presidente del parlamento libanés, Nabih Berri, agradeció a los votantes del sur, de los suburbios de Bekaa y meridionales de Beirut, por apoyar a la alianza de Amal-Hezbolá en las recientes elecciones generales.


Berri es el jefe del partido Amal, que presentó todos sus candidatos junto a la Resistencia Islámica o Hezbolá.

“Gracias por su inmensurable sinceridad...su unidad...sus votos y gracias por confiarnos la preservación del país, la tierra y el pueblo, Líbano, su resistencia y apoyar la ecuación ejército-pueblo-resistencia”, expresó Berri.

Los pronósticos dan cuenta que la alianza integrada por Hezbolá, Amal y la maronita cristiana Corriente Patriótica Libre, del presidente Michel Aoun, habrían conquistado más de la mitad de los 128 escaños en juego.

“Gracias por llegar a las elecciones con un solo corazón y una mano...y como fue nuestra promesa de crear un nuevo amanecer... ¡créanme, lo que hicieron ha unificado la nación!”, acotó el jefe de los diputados.