El Ejército de la ocupación israelí admitió, por primera vez, haber destruido en 2007 una instalación nuclear en la provincia siria de Deir Ezzor, la planta siria de Al Kibar.

Durante la noche del 5 y el 6 de septiembre de 2007, la Fuerza Aérea de la entidad sionista destruyó una instalación nuclear que estaba en las últimas fases de construcción en la provincia de Deir Ezzor en Siria, a 280 millas al noreste de Damasco, según un comunicado publicado este miércoles en la web de las fuerzas de guerra israelíes, tras la decisión de desclasificar documentos secretos.

Cuatro aviones F-16 eliminaron lo que representaba una amenaza nuclear no solo para “Israel”, sino para toda la región, añade la nota.


La Dirección de Inteligencia Militar estimó que la instalación nuclear sufrió daños irreparables como resultado del ataque, considerado como un éxito por el Jefe del Estado Mayor.

Los militares israelíes se estaban preparando para una posible represalia en aquellas fechas, por lo que se decidió no desvelar los datos sobre la operación.

Este ataque revelado once años después era una advertencia para Irán, según el ministro de Inteligencia israelí, Israel Katz.

La operación y su éxito han dejado claro que “Israel” jamás permitirá que las armas nucleares estén en manos de los que amenazan a su existencia, Siria en aquel momento e Irán hoy, publicó Katz en Twitter.

No obstante, atacar las centrales nucleares iraníes es infinitamente más complejo que la planta siria de Al Kibar.