El director general de la Seguridad General libanesa, Abbas Ibrahim, confirmó que oficiales de su dependencia colaboraron con similares extranjeros durante misiones encubiertas.

Ibrahim reveló de esos contactos durante una entrevista divulgada el viernes en la revista “Seguridad General” y aclaró que esos agentes contribuyeron a frustrar actos terroristas.

“...ayudamos a muchos aliados a evitar ataques. No ocultaré que enviamos oficiales en operaciones encubiertas para coordinar acciones sobre la base de información de Inteligencia con contenido amenazante”, precisó.

En opinión de Ibrahim, en Líbano hay control como resultado de los esfuerzos del aparato de seguridad, el primero de los cuales es el Ejército, apostilló.

El Líbano como cualquier otro país, agregó, podría enfrentar una amenaza en cualquier momento.

Según el director de Seguridad General, ese peligro es de naturaleza global y no se limita a este país.

Pese a la relativa calma en comparación con una región devastada por guerras, Ibrahim afirmó que no hay descanso ni complacencia, porque “siempre esperamos un ataque”... aunque, en la actualidad, apuntó, no hay un archivo preocupante, pero tampoco se baja la alerta.

Respecto a células durmientes y redes terroristas en el país, el jefe de la seguridad explicó que las capacidades de esas entidades mermaron mucho con la operación de limpieza que desalojó a terroristas escondidos en la frontera con Siria.

“Esa ofensiva limpió la zona de terroristas, quienes la utilizaban como refugio seguro del que podían salir y volver a voluntad”, dijo.

La operación de limpieza denominada Fajr al-Joroud, dio un golpe devastador a los terroristas que “necesitarán al menos seis meses para reorganizarse, observó, pero seguimos con cuidado todos los intentos para evitar que reaparezcan o lleven a cabo actos criminales”.

Ibrahim informó que las células durmientes israelíes continúan siendo descubiertas y frustrados sus objetivos en Líbano, aunque admitió están presentes y activas.