Autoridades sauditas congelaron más de mil 200 cuentas bancarias individuales y de empresas como parte de la campaña anticorrupción llevada a cabo por el príncipe heredero Mohamed bin Salman.

Durante esa campaña, que aún no se da por concluida, decenas de miembros de la familia real, funcionarios y ejecutivos de compañías han sido detenidos bajo la acusación de lavado de dinero, soborno, extorsión y aprovechamiento de cargos públicos para beneficio personal.

Desde este domingo, el banco central de Arabia Saudita inició la ofensiva de congelación de cuentas que sigue en aumento, ya que esa institución conformó una lista de centenares de personas que están sujetas a investigación.

La suma de las cuentas retenidas hasta el momento sobrepasa los 33 mil millones de dólares.

Una fuente bancaria afirmó que si se mantiene el ritmo de congelaciones por mucho tiempo, habría perjuicios en las actividades comerciales cotidianas como pago de salarios a los empleados públicos o privados, a los acreedores o realizar transacciones.