La expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff, pidió este jueves a la Corte Suprema que se anule el juicio político que la separó de su cargo, en plena crisis del Gobierno de facto que manda en la nación amazónica.


La exmandataria cuestiona la legitimidad de su sucesor, Michel Temer, que se ha visto involucrado en un escándalo de corrupción. La petición de Rousseff llega después de que se hiciese pública una grabación en la que el actual líder brasileño supuestamente pide que se soborne al expresidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, para comprar su silencio.

“El país está experimentando actualmente una crisis política e institucional aguda de una escala tan grande como nunca antes se había visto. Cada día hay más pruebas de que el actual presidente de la república, no elegido por nadie, no es apto para el mandato”, dijo Rousseff.

La defensa de Rousseff presentó una solicitud de reconsideración orden judicial de anulación del juicio político, de manera que pueda ser restituida a la Presidencia.

Rousseff fue destituida en agosto del año pasado bajo la acusación de haber maquillado las cuentas públicas. Posteriormente, Temer asumió la presidencia.