Al menos un manifestante murió este martes y decenas resultaron heridos durante una operación de la policía de Bahréin, que asalto la vivienda de la máxima autoridad chií del país, ayatolá Issa Ahmed Qassim.

Las fuerzas del régimen de Al Jalifa dispersaron con armas de fuego y gases lacrimógenos a un grupo de manifestantes que desde hace meses mantienen una sentada permanente en la localidad de Duraz frente a la residencia del clérigo.


Numerosos manifestantes fueron detenidos también durante la operación policial.

El Ministerio de Interior bahreiní indicó por medio de Twitter que la operación tiene por objetivo “mantener la seguridad” y dispersar el campamento, que calificó de “punto de encuentro de fugitivos”.

En la operación, los efectivos militares irrumpieron en la vivienda de Qassim y arrestaron a todas las personas que se encontraban dentro, según informan activistas. Hasta el momento no hay información sobre el paradero del mismo clérigo opositor.


Qasim fue condenado el pasado domingo a un año de cárcel, que no tendrá que cumplir, y al pago de una multa de 256.000 dólares. El régimen le acusa de “instigar la agitación social en el país”.

Las autoridades bahreiníes retiraron la nacionalidad a Qassim en junio del año pasado y después disolvieron el partido político que encabezaba, Al Wefaq.

La comunidad chií, mayoritaria en el país, ha realizado numerosas protestas en apoyo a Qassim y en contra de la monarquía y de la creciente represión contra opositores en el país.