El Gobierno afgano y la OTAN confirmaron que el líder del grupo terrorista Daesh en Afganistán, Abdul Hasib, murió en una operación conjunta de las tropas afganas y estadounidenses en la provincia de Nangarhar (este) el pasado día 27 de abril.

Además de Hasib, varios altos mandos de Daesh también murieron en el ataque.

Encabezando la redada iban la Fuerzas Especiales de Afganistán, según explicó el palacio presidencial, que confirmó el abatimiento del emir afgano del grupo “Jarasan”, la facción de Daesh en Afganistán.


Las autoridades responsabilizaban a Hasib del ataque que el 8 de marzo causó más de medio centenar de muertos en un hospital militar de Kabul, además de secuestros de niñas y decapitaciones de ancianos.

Para el comandante de la tropas de EE.UU. y de la OTAN en el país, general John Nicholson, la “exitosa” operación supone otro paso de importancia hacia su objetivo de neutralizar a Daesh en Afganistán antes de que acabe el año.

“Este es el segundo emir de Daesh-Jarasan muerto en nueve meses, junto a docenas de sus líderes y cientos de sus combatientes”, destacó Nicholson.