Por segunda vez, la corte del regímen en Bahréin aplaza el veredicto contra el líder religioso chiita, ayatolá Issa Qassim, en medio de masivas protestas de apoyo al clérigo opositor y gran despliegue de las fuerzas de seguridad en los alrededores del tribunal.

Los bahreiníes salieron a la calle la madrugada del domingo expresando su protesta e “ira popular” por el “injusto juicio” contra la máxima autoridad religiosa de los chiitas en Bahréin.


Bajo el lema “Sacrificamos las almas por Qassim”, decenas de miles de ciudadanos salieron en masivas manifestaciones en todo el país, en defensa de su líder espiritual.

La agencia oficial de noticias Tasnim publicó en su página web un comunicado del tribunal confirmando la posposición de la vista.

“El régimen de Al Jalifa (el clan gobernante) decidió este domingo retrasar la declaración de la corte sobre el jeque Qassim para calmar las protestas realizadas en todo el país”, indicó el reporte de Tasnim.

El colectivo de Ulemas en Bahréin definió el proceso judicial contra el religioso y los también jeques Hussein Mahrous y Mirza al Dirazi, jefe de despacho y responsable de información de Qassim, respectivamente, un “equivalente a juzgar a todos los chiitas bahreiníes”, que son mayoría en este reino.


Hace tres días, el Centro Bahréin por los Derechos Humanos, el Instituto Bahréin por los Derechos y la Democracia, y la entidad Interfe de Bahréin, firmaron una carta abierta junto a instituciones homólogas europea, británica y estadounidense con un llamado internacional para impedir el juicio.

La misiva solidaria con el líder espiritual de la disuelta Sociedad Nacional Islámica Al-Wefaq fue dirigida a la ONU, la Unión Europea y el gobierno de Estados Unidos, un aliado político y militar del reino que sirve de base a su quinta flota en el Golfo.

El viernes, destacados clérigos de Bahréin también expresaron en un manifiesto su apoyo invariable al jeque opositor y llamaron a la opinión pública a oponerse al juicio y “rechazar rotundamente cualquier fallo judicial contra el distinguido clérigo chiita”, de 77 años.

Los firmantes del documento aseguraron que continuarían “hasta el último aliento” su respaldo a Qassim y, según indicaron, “el pueblo está listo para hacer lo que sea menester y defender al liderazgo islámico”.

Las autoridades revocaron el 20 de junio de 2016 la nacionalidad a Qassim, en una campaña de represión contra la comunidad chiita en el país.