El ejército marroquí está aplicando una nueva estrategia en el Sáhara Occidental desde la llegada a su mando del general de división Fathala al Uarrak, nombrado el pasado 17 de enero por el rey Mohamed VI como Inspector General de las Fuerzas Armadas Reales.

Según señala el diario “Al Massae”, la estrategia “sin precedentes” de Al Uarrak incluye el cavado de trincheras profundas para impedir la infiltración de elementos del Frente Polisario”, que se añadirían a los muros de defensa que Marruecos construyó en los años ochenta para aislar la parte que controla del territorio (unas tres cuartas partes).


Además, Al Uarrak ha ordenado reforzar la vigilancia de carreteras, caminos y todo tipo de “pasos secretos” que son utilizados por los contrabandistas, supuestamente desde Mauritania, y que pueden ser usados también por el Polisario.

El otro pilar de esta nueva estrategia tiene más que ver con la información de inteligencia: según el diario, el nuevo jefe militar ha dado instrucciones para redoblar la vigilancia sobre los pasaportes argelinos y mauritanos que se registran en El Aaiún (principal punto de entrada al Sáhara).

La fuente que maneja el diario sostiene que bajo supuesta identidad argelina o mauritana se esconden a veces saharauis simpatizantes del Polisario que se dedican al espionaje y transmiten las informaciones al movimiento independentista.

Por otro lado, el general Al Uarrak ha enviado ya a un primer grupo de oficiales a la Academia Militar de Belvoir en Virginia (Estados Unidos) para recibir cursos de formación, en un esfuerzo de modernización y puesta al día de la oficialidad marroquí.