Un centenar de personas se calcula que murieron hoy en Nigeria, cuando un avión militar bombardeó por equivocación un campo de refugiados en una operación contra el grupo terrorista Boko Haram.

Los hechos ocurrieron en un campo de desplazados cerca de la localidad de Rann, en el noreste de este país y cercano a la frontera con Camerún.

Entre los heridos se encontraban dos soldados y varios civiles nigerianos, trabajadores en programas de asistencia humanitaria.


Un alto oficial señaló que los nacionales que trabajan para Médicos Sin Fronteras (MSF) y el Comité Internacional de la Cruz Roja se localizan también entre los lesionados.

El comandante, Lucky Irabor, apuntó al concluir sus declaraciones que él mismo ordenó la misión basándose en “revelaciones sobre una supuesta reunión de los terroristas de Boko Haram en el lugar, pero es demasiado pronto para decir si se cometió un error táctico”.

Una fuente gubernamental reconoció el ataque del Ejército nigeriano, aunque asegura que “fue una equivocación, pues se confundieron a los desplazados del campamento de Rann con miembros de la secta fundamentalista”.

El presidente de Nigeria, Mahamadu Buhari, admitió también en las redes sociales el bombardeo a la población civil y mostró su solidaridad con las víctimas.