Al menos 30 de los 56 presos muertos tras el motín de la cárcel Anísio Jobim de Manaos (estado de Amazonas) fueron decapitados, según informó la Policía Civil, que ya consiguió identificar a 36 cadáveres.


El departamento de la Policía Técnico Científica de Amazonas informó este martes de que seis de los cuerpos ya fueron entregados a las familias y que la identificación de todos los cuerpos podría durar hasta un mes.

El secretario de Seguridad Pública de Amazonas, Sérgio Fontes, aseguró este lunes que el proceso no demoraría más de seis días.

La mayoría de cadáveres están en la sede del Instituto Médico Legal (IML) de Manaos, pero las autoridades tuvieron que alquilar un camión frigorífico especial para poder almacenar todos los cuerpos.

Según los investigadores las muertes se produjeron por una pelea entre dos facciones rivales del narcotráfico, la Familia do Norte (FDN) y el Primeiro Comando da Capital (PCC).

El juez que negoció con algunos de los presos, Luis de Valois Coelho, ya advirtió que la escena en el interior de la cárcel era “horrible”, con decenas de cuerpos descuartizados y amontonados.