El primer ministro libanés, Saad Hariri, varios ministros, funcionarios y familiares de las víctimas recibieron este lunes los féretros de las víctimas libaneses que murieron en el ataque a un club nocturno en Estambul la noche de Año Nuevo. El avión que transportaba los cuerpos y los heridos aterrizó a las ocho de la noche en el aeropuerto internacional de Beirut.

Tres ataúdes envueltos con la bandera libanesa fueron trasladados en tres ambulancias al hospital de “Hotel Dieu”. Los cinco heridos fueron trasladados a otros hospitales.

En declaraciones a los periodistas, Hariri indicó que “el terrorismo no tiene religión, y lo combatiremos con nuestra unidad nacional”.


Por su parte, el ministro de Obras y Transporte, Yusef Finianos, aseguró que los países que “auspiciaron” el terrorismo sufrirán las consecuencias del mismo tarde o temprano, y destacó que la cooperación entre el Ejército libanés y la Resistencia protegen el país del peligro terrorista que “sacude el mundo”.

“La cooperación entre el Ejército, la Resistencia y el pueblo libanés es lo que le permite a los libaneses de estar bendecidos de seguridad y tranquilidad, en un momento en el cual el Estado turco es incapaz de protegerse a sí mismo del terrorismo”, con la esperanza de que “los países auspiciantes del terrorismo y los cuales abren sus fronteras como pasos a ellos renuncien a sus políticas”, dijo.

“Líbano hoy se encuentra en un velorio nacional y estos momentos no son para hablar de política, sino se debe de enfocar en el enfrentamiento al terrorismo takfirí”, añadió.

“Todos los heridos regresaron a Líbano, menos una persona que no pudo tomar el avión por su delicado estado”, agregó.