Las capitales europeas reforzaron la seguridad el viernes antes de las celebraciones de Año Nuevo, levantando barreras de hormigón en el centro de las ciudades y aumentando el número de agentes de policía después del ataque de Daesh en Berlín la semana pasada que mató a 12 personas.

En la capital alemana, la policía cerró la plaza Pariser Platz delante de la Puerta de Brandenburgo y se preparó para desplegar unos 1.700 agentes extra, muchos distribuidos a lo largo de una franja donde coches armados flanquearán barreras de hormigón bloqueando el área.

En Milán, donde la policía mató al supuesto autor del ataque en Berlín, se instalaron controles de seguridad en la plaza principal. Los camiones tenían prohibido circular por el centro de Roma y Nápoles. Policía y soldados portaban ametralladoras delante de lugares turísticos como el Coliseo de Roma.


Madrid planea desplegar 1.600 agentes de policía extra durante el fin de semana de Año Nuevo. Por segundo año consecutivo, el acceso a la central Puerta del Sol donde la gente se reúne tradicionalmente en Nochevieja para recibir al año nuevo estará restringido a 25.000 personas y la policía ha establecido barricadas para controlar los accesos.

En Fráncfort, sede del Banco Central Europeo y del mayor aeropuerto de Alemania, más de 600 agentes de policía estarán de servicio en Nochevieja, el doble que en 2015.

En Bruselas, el alcalde estuvo estudiando la posibilidad de cancelar los fuegos artificiales de Año Nuevo pero decidió está semana que se mantendrían.

En París, soldados armados patrullaban los lugares más turísticos como la Torre Eiffel, el Arco del Triunfo y el Museo del Louvre.

En toda Francia, más de 90.000 policías y miles de soldados estarán de servicio en Nochevieja, dijeron las autoridades.