A pocas horas del vil asesinato del embajador ruso en Ankara, Andrei Karlov, los cancilleres de Rusia, Turquía e Irán se reúnen hoy en Moscú para analizar la lucha contra el terrorismo y el conflicto sirio.

El encuentro había sido fijado por el jefe de la diplomacia rusa, Serguei Lavrov, como una vía para unir esfuerzos que pudieran consolidar un proceso de reconciliación y búsqueda de pasos para fomentar un cese de hostilidades en la guerra siria.

Luego del reinicio de los nexos entre Moscú y Ankara, acusada por Damasco de entrenar, financiar y pertrechar a grupos armados en suelo sirio, la reunión estaba llamada a consolidar una cooperación contra los terroristas en el país levantino.


Como afirmó Lavrov, poco después del atentado contra Karlov en la Galería de Arte Contemporáneo de Ankara, el encuentro se mantiene y ahora estará más centrada en los esfuerzos antiterroristas.

Con la liberación por las tropas sirias de la parte oriental de la ciudad de Alepo, Moscú busca una mejor coordinación de posiciones en el conflicto de Siria, cuyo gobierno enfrenta una verdadera agresión terrorista en su territorio.

La Cancillería rusa emitió una declaración, en la que condena el inhumano crimen contra el diplomático ruso, visto como un intento por impedir los esfuerzos conjuntos para la inmediata búsqueda de una solución política a la crisis siria.

Además, el ataque terrorista intenta abortar el proceso de normalización de las relaciones entre Ankara y Moscú, señala el comunicado.

Esperamos de las autoridades turcas la máxima cooperación en una investigación minuciosa para determinar quiénes están detrás de ese atentado y en la garantía de la máxima seguridad de los ciudadanos rusos en Turquía, señala la Cancillería.