Arabia Saudita mantendrá la opción militar contra Yemen y está decidido a impedir cualquier “interferencia externa” en los asuntos del vecino país.

El monarca saudí, Salman bin Abdulaziz, lanzó advertencias implícitas a Irán en su discurso en la inauguración del primer año de la séptima sesión del Consejo Shura (órgano consultivo).

Tanto a instancia del gobierno como de los 150 miembros de esa Asamblea Consultiva y de la jerarquía religiosa quedó patente el respaldo a la operación militar llamada “Restauración de la Esperanza”, lanzada desde marzo de 2015 con el argumento de reinstalar en la presidencia yemenita al derrocado y huido Abdrabo Mansour Hadi.

“No aceptaremos ninguna interferencia en los asuntos internos de Yemen”, subrayó el monarca sin mención directa a Teherán ni al movimiento de Resistencia libanés Hezbolá, a los que en reiteradas ocasiones Riad ha acusado de brindar apoyo al movimiento yemení Ansarola.


Tanto Irán como Hezbolá niegan esas alegaciones, pero expresan su simpatía y solidaridad con la sublevación del movimiento huzí y de sus aliados del Ejército que expulsaron a Hadi de Sanaa en septiembre de 2014.

El rey enfatizó en que su país nunca aceptará que Yemen “se convierta en una base o en un punto de paso para cualquier estado o partido que amenacen la seguridad o la estabilidad del reino y de la región”.

Riad encabeza una coalición de una decena de países que lanza bombardeos sistemáticos contra ese otro estado vecino de la península Arábiga, al tiempo que brinda asistencia diversa a las tropas leales al presidente derrocado.

La ONU y organizaciones humanitarias de médicos, derechos humanos y atención a la infancia han denunciado múltiples ataques contra hospitales y escuelas yemenitas, con elevado saldo de víctimas mortales de las que responsabilizaron a la coalición liderada por los sauditas.

Según el rey Salman, Riad está abierto a una “solución política” en Yemen, pero exige que los “rebeldes” acaten las condiciones del Consejo de Cooperación del Golfo y la resolución 2216 de la ONU que en esencia abogan por su rendición.