La masacre de más de 600 personas, entre mártires y heridos, en un bombardeo saudí contra un funeral en la capital yemení, Sanaá, ha desatado “volcán de furia” y reclamos de venganza y críticas internacionales, mientras que “la coalición árabe” responsable de la horrible matanza ha negado lo ocurrido y ha prometido una investigación.

Una multitudinaria marcha de protesta recurrió este domingo las calles de Sanaá bajo el lema “Volcanes de Furia”, miles de manifestantes se concentraron hoy ante la sede de la ONU para condenar el bárbaro ataque saudí.

En la protesta, los asistentes entonaron cánticos en contra de Arabia Saudita y de Estados Unidos.


El líder del movimiento Ansarolá, Abdelmalek al Huzi, aseguró que “el enemigo debe entender que el pueblo yemení estará presente con más fuerza en el frente de batalla y contra la agresión”, subrayando que Yemen se enfrenta al mismo enemigo en la frontera (con Arabia Saudita) y en el interior.

En una alocución retransmitida por televisión, Al Huzi pidió a los yemeníes tomar las armas y dirigirse a los frentes de batalla, “los regímenes aliado de la entidad sionista no tienen cabida entre nosotros”.

De otra parte, en un comunicado, el coordinador para Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas en Yemen, Jamie McGoldrick, condenó “inequívocamente este horrible ataque”.

Además, en la misma nota precisó que el número de heridos causados en el atentado fue de 525 y presentó sus condolencias a los familiares de las víctimas (al menos 130 han muerto en el ataque), al tiempo que exigió que se abra una investigación sobre lo ocurrido.

Junto a la ONU, el Gobierno de Estados Unidos denunció también la masacre y afirmó que, como consecuencia, revisará su apoyo a la coalición militar liderada por Arabia Saudí en el Yemen. Asimismo, el Ministerio francés de Asuntos Exteriores condenó en un comunicado la masacre.

Por su parte, la alianza de la agresión, encabezada por Riad, negó ser la responsable de la masacre y prometió que pondrá en marcha una investigación para esclarecer lo ocurrido.