Una calma relativa prevalece este jueves en la ciudad siria de Alepo (norte), donde han desaparecido los bombardeos y los disparos de artillería contra el sector oriental de la urbe desde el amanecer.

Observadores señalaron que no han documentado ningún ataque aéreo ni disparo de artillería desde el alba, aunque las facciones terroristas arrojaron cohetes contra las partes occidentales que están controladas por las autoridades sirias.

El Ejército sirio anunció el miércoles que había decidido reducir los bombardeos y los disparos de artillería contra posiciones terroristas en Alepo para permitir la salida de los ciudadanos que así lo desearan a lugares seguros.

La Comandancia General de las Fuerzas Armadas sirias explicó, en un comunicado, que el objetivo es “mejorar la situación humanitaria de los civiles, tomados por los terroristas como rehenes y escudos humanos”.


El Comando general de las Fuerzas Armadas sirias ordenó disminuir la ofensiva en los barrios orientales de la ciudad de Alepo para facilitar la evacuación de la población civil hacia zonas seguras, donde están garantizadas todas las asistencias humanitarias necesarias, y “otorgar una nueva oportunidad a los armados para que depongan su actitud, se acojan a la amnistía o abandonen con sus familias las áreas ocupadas”.

La Comandancia añade que “se dispone de informaciones precisas sobre la ubicación de las sedes de los terroristas, almacenes y lugares de su despliegue en los distritos orientales de Alepo” y advierte que “quienes no quieran aprovechar la oportunidad de dejar sus armas, serán eliminados inevitablemente”.

Los partes militares señalaron que se recuperó el control de la sede del Establecimiento de Agua Potable de Alepo y de un número de fábricas cerca del hospital al Kindi, además de 10 bloques de edificios en la zona de Ameryeh.

Sobre el área del hospital al Kindi, uno de los mayores de Siria, se indicó que fue destruido entre el 2012 y el 2013 por la acción de los terroristas armados y no por recientes ataques de la aviación siria y rusa, como divulgaron falsamente medios de prensa occidentales y de la región, entre ellos la televisión qatarí Al Jazeera.