El saldo de víctimas mortales del atentado suicida que se produjo la noche del lunes en una boda en la provincia de Hasaka, en el nordeste de Siria, ascendió a 30, según fuentes oficiales.

La agencia de noticias oficial siria, SANA, dijo que el “estallido terrorista” contra un salón de bodas en Hasaka cobró la vida de 30 personas, en su mayoría mujeres y niños, mientras otros 90 resultaron heridos, algunos de ellos en estado grave.

La Agencia informó que entre los heridos se encuentra su corresponsal en esa provincia, el periodista Haffal Issa, quien asistía a la boda.

Un terrorista suicida con un cinturón de explosivos se infiltró entre los invitados a una boda que se celebraba en un salón para fiestas, cerca del poblado de Safyeh, ubicado en la carretera entre Hasaka y Qamishli, informaron fuentes locales.

Esa zona está bajo el control de las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una alianza armada kurdo-árabe apoyada por EEUU.


De otra parte, los grupos terroristas reanudaron sus ataques con morteros y cohetes contra los barrios occidentales de la ciudad de Alepo, en el norte de Siria.

Una mujer perdió la vida y 15 civiles resultaron heridos por el impacto de una decena de morteros y cohetes contra los barrios al Meridian y al Sabil, en el oeste de la ciudad.

La Policía afirmó en un comunicado que esas acciones fueron realizadas por miembros del Frente al Nusra que se atrincheran en los barrios orientales.

Otros ataques se produjeron la noche del lunes contra la capital, Damasco, donde cinco morteros impactaron en los mercados de su casco antiguo, en los cuales hubo al menos cinco heridos.