La destitución de la presidente Dilma Rousseff en Brasil es un golpe de Estado institucional y un atentado contra la democracia, denunció hoy la senadora francesa Laurence Cohen.

“Yo denuncio con fuerza el golpe de Estado institucional que pisotea la voluntad de 54 millones de brasileños que votaron en 2014 a favor de Dilma Rousseff, cuyas políticas permitieron a 40 millones de personas salir de la pobreza”, sostuvo la senadora en un comunicado.

La parlamentaria hizo un llamado a todos los demócratas del mundo a dar su apoyo a Rousseff, al campo progresista y al pueblo brasileño.

“Invito a los gobiernos democráticamente electos a condenar este grave atentado contra la democracia y a no reconocer a Michel Temer como presidente de Brasil”, sostuvo.

De acuerdo con la senadora perteneciente al Partido Comunista de Francia, la derecha brasileña, tras fracasar en las urnas, empleó todas las herramientas a su disposición para usurpar el poder.


La Cámara alta de la nación suramericana aprobó ayer por mayoría calificada la casación del mandato de la presidenta Rousseff, quien advirtió que el hecho constituye un golpe de Estado por condenarla sin cometer ningún delito de responsabilidad, por lo cual fue acusada.

Como reacción inmediata ante el hecho, el Círculo Bolivariano de París y el Colectivo ALBA-Francia manifestaron el rechazo a la destitución.

En una nota circulada, ambas organizaciones recordaron que la mandataria fue electa por el pueblo brasileño, “al cual no se le ha consultado sobre este juicio injusto y aberrante”, señalaron.

Comunistas españoles también condenan

El Partido Comunista de España (PCE) calificó hoy de golpe de Estado contra la democracia la destitución de Dilma Rousseff.

En un comunicado, el PCE dijo que la revocación del mandato de Rousseff , consumada la víspera por 61 senadores sin que se presentara evidencia de delitos de corrupción ni crímenes de responsabilidad, es un ataque contra las bases de la democracia en el país sudamericano.

A juicio de la organización liderada por José Luis Centella, lo acontecido en Brasil forma parte de los llamados golpes blandos que ya no necesitan de las Fuerzas Armadas para derrocar a presidentes democráticamente electos.