El régimen en Bahréin continúa con su política opresora contra las voces opositoras aunque venían de venerados religiosos como ocurrió este domingo cuando las fuerzas de seguridad detuvieron al clérigo chií Mayid al Mishaal, líder del Consejo Islámico de los Ulemas.

Al Mishaal fue detenido en su domicilio por las milicias del régimen que asaltaron su vivienda a primeras horas de la mañana y lo llevaron arrestado.

El detenido ya había sido citado varias veces anteriormente en torno a las restricciones aplicadas contra los Ulemas chiíes para ser interrogados por sus “ideas políticas”.

El Consejo Islámico de los Ulemas, la principal autoridad religiosa de los chiíes en el país, fue disuelto en enero de 2014 y sus fondos fueron liquidados.

La detención de Al Mishaal se produce tres días después del inicio del juicio contra el ayatolá Isa Qasim, la máxima autoridad chií de Bahréin, que fue desnacionalizado por falsas acusaciones.


Las autoridades del pequeño reino habían prohibido también que se realice la oración colectiva en la mezquita del Imam Sadeq (a.s), en Al Darez, e impidieron tanto a los fieles como al Imam de la mezquita acudir al templo de rezo.

Los Ulemas en Bahréin condenaron las injustas y opresoras medidas, considerando las mismas “una agresión contra los preceptos islámicos y una violación a la libertad religiosa”.

Los chiíes, que representan la mayoría de la población en Bahréin, gobernado por la dinastía de Al Jalifa, han protagonizado protestas desde 2011 para pedir reformas políticas, las cuales han sido reprimidas por la fuerza.

Las autoridades han encarcelado a muchos opositores, entre ellos Ali Salman, el secretario general del partido Al Wefaq, y retirado la nacionalidad a decenas, lo que ha sido denunciado por organizaciones de derechos humanos locales e internacionales.