Múnich vivió un verdadero estado de sitio la noche del viernes al sábado tras el ataque que causó diez muertos, incluido el agresor, en un gran centro comercial e hizo activar la alarma antiterrorista en la capital de Baviera.

"Fue un sólo atacante y está muerto. Ya no genera ningún peligro y eso es ahora lo más importante para nosotros", dijo hoy el jefe de la Policía de Múnich.


El cuerpo del joven, que usó una pistola, fue hallado en una calle aledaña del centro comercial donde se produjo el tiroteo, con signos claros de suicidio , señaló la policía, que por el momento no ha informado de los motivos del ataque.

La presencia policial sigue siendo fuerte en los alrededores del lugar del ataque, que se produjo ayer y mantuvo durante horas en vilo a las fuerzas policiales de la ciudad.

Las fuerzas del orden creyeron durante un tiempo, en base a los testimonios, que se trataba de tres tiradores que se habían dado a la fuga. Finalmente, fue uno solo, un joven germano-iraní de 18 años, y sin antecedentes penales, que también causó 16 heridos, todo ello por motivos no aclarados, antes de suicidarse.