Las fuerzas de seguridad iraquíes encontraron el martes una “cárcel” subterránea con más de 30 “presos” en la base aérea de Al Qayara, en el norte de Iraq, que el ejército iraquí arrebató al grupo terrorista Daesh el pasado sábado.


Los efectivos antiterroristas hallaron los calabozos en un sótano y liberaron a 33 personas.

Entre los presos hay un responsable local que fue apresado por los terroristas de Daesh hace más de dos años y seis miembros del grupo terrorista que supuestamente fueron encerrados como castigo por su negligencia en los combates y que fueron trasladados a Bagdad para ser sometidos a interrogatorios.

El Ejército iraquí recuperó el control de la estratégica base aérea de Al Qayara, cincuenta kilómetros al sur de Mosul, capital de Nínive y principal feudo de Daesh en el norte de Iraq.


La base es de las más importantes del país y de las más grandes de Oriente Medio, con treinta kilómetros cuadrados de superficie.

Está ubicada a veinte kilómetros al sur de la población de Al Qayara y quince kilómetros al oeste del río Tigris, cuya orilla oriental está dominada por las tropas gubernamentales.

Su control es clave para la ofensiva que están librando las fuerzas iraquíes contra el Daesh en la provincia de Nínive y cuyo objetivo último es recuperar Mosul.