Más de 150 miembros del grupo terrorista Daesh murieron por los bombardeos aéreos que destruyeron unos 260 vehículos que huían de la ciudad de Faluya, recientemente retomada por las fuerzas iraquíes.

En pleno desierto, decenas de “pick-up”, camionetas y camiones fueron destruidos cuando se dirigían hacia las zonas que aún controla Daesh en Iraq y la vecina Siria.

En este paisaje llano, los vehículos repartidos en varios convoyes no pudieron escapar a los precisos bombardeos lanzados desde helicópteros o aviones, según las imágenes divulgadas por el Ministerio iraquí de Defensa.


Los bombardeos, iniciados el martes por la noche, iban dirigidos contra los combatientes que huían de las últimas posiciones controladas por el grupo terrorista en Faluya, precisó el Centro de Coordinación de Operaciones contra Daesh.

“Nuestros héroes de la aviación militar destruyeron más de 200 vehículos”, afirmó el portavoz Yahya Rasool, en referencia a un masivo convoy formado por centenares de automóviles que se dirigían hacia el desierto desde el sur de Faluya, tratando de alcanzar zonas que Daesh aún controla, cerca de la frontera con Siria.

Rasool señaló que más de 150 terroristas habían muerto por los ataques.

Al menos otros 60 vehículos fueron destruidos posteriormente por otros ataques aéreos en el noroeste de la ciudad, señaló el comandante en jefe del Centro de Operaciones de Anbar, Ismail Mahalawi, que no pudo precisar el número de terroristas muertos en los ataques.

“Se trataba de un intento desesperado por parte de los terroristas de huir hacia sus zonas de Al Qaim, cerca de la frontera con Siria, y de Tartar”, explicó Mahalawi.

El jefe de la aviación iraquí, en un vídeo divulgado por el Ministerio de Defensa, precisó que “la mayoría” de los terroristas muertos “eran combatientes extranjeros que rehusaron rendirse a nuestras fuerzas” en Faluya. Los que huyeron “dejaron los cadáveres en el desierto y se llevaron con ellos a algunos heridos”, añadió el general Hamed al Maliki.

Tras su victoria en Faluya, las fuerzas iraquíes se concentran ahora en recuperar Mosul (norte), ciudad hacia la que progresan desde el sur y el este.