El grupo terrorista Daesh reivindicó la horrible matanza de ayer de dejó al menos 93 personas muertas y heridas a otras 190 en tres atentados perpetrados en barrios de la capital iraquí, Bagdad, en una de las jornadas más sangrientas en los últimos meses en Iraq.

El atentado más mortífero se produjo en el distrito de Ciudad Sadr, donde fallecieron 64 personas y 87 resultaron heridas por el estallido de un vehículo cargado de explosivos en las cercanías de un mercado popular.


El conductor había aparcado el vehículo cerca de un salón de belleza y se escabulló entre la multitud de clientes, informaron fuentes de seguridad.

Además de este primer ataque en el céntrico mercado de Ciudad Sadr, en el este de Bagdad, las autoridades iraquíes notificaron más víctimas en otros dos atentados en el área de Kadhimiya, en el norte de la capital, y en el barrio de Rabih, en el oeste.

Fuentes médicas y del ministerio del Interior reportaron que 17 civiles fallecieron y 43 sufrieron heridas por la inmolación de un hombre que hizo detonar su chaleco explosivo a la entrada de la Ciudad Kadhimiya, en la plaza Abdul Mohsen Al-Kazemi, al norte de la capital.

El atentado en Rabih se produjo contra un puesto de control de los voluntarios de la Movilización Popular, y causó 12 muertos y 31 heridos.

Canales televisivos destacaron que clérigos musulmanes de muchas mezquitas de Bagdad urgieron a los feligreses y a ciudadanos en general a donar sangre para ayudar a los heridos.