Al Latakie - Alahednews

Cuatro largos años pasaron los sirios residentes de las zonas norte de la provincia de Latakie bajo el yugo terrorista de Daesh y sus colegas. Resistieron con paciencia y persistencia los salvajes e inhumanos métodos de los grupos terroristas, sin perder la certeza de que un día amanecerá el sol y borrará la oscuridad de los takfiríes, la paz y la estabilidad volverá a reinar. La dicha no se hizo esperar mucho.


En un día primaveral de febrero, con una ofensiva militar, bien diseñada y apoyada por un bombardeo ruso, las fuerzas del ejército sirio y sus aliados de Hezbolá y Defensa Popular extendieron su dominio a la localidad de Kansaba, el último bastión fuerte de los terroristas en la provincia de Latakie, haciéndose con el control de más de 80 % del norte de la provincia.

Tras fuertes enfrentamientos e intensos bombardeos, los terroristas de los diferentes grupos armados huyeron a la localidad de Bdama, cerca de Jisr al Shugur en el norte de Idlib, dejando atrás los cadáveres de sus numerosos muertos.


Los analistas destacan la importancia estratégica de esta última victoria en el terreno y su repercusión a la batalla decisiva para liberar la provincia de Idlib.

“Si el ejército sirio, con sus aliados, logró importantes avances en una geografía bastante difícil y adyacente a la frontera turca, superando las dificultades del terreno y el apoyo turco a los terroristas, pues sería más fácil liberar las zonas más extendidas en la provincia de Idlib”, según opina el analista Oussama Danura.