Líbano observará una jornada de duelo nacional este viernes por el doble atentado de ayer que causó 44 mártires y más de 200 herido en un barrio residencial de la periferia sur de Beirut reivindicado por el grupo terrorista Daesh.

A última hora de la tarde, dos suicidas estallaron sucesivamente sus cinturones explosivos delante de un centro comercial del barrio Borj al Barajne. El ejército dijo haber encontrado muerto a un tercer "terrorista" que no pudo detonar su bomba, aunque testigos aseguran que sólo hubo dos terroristas, y que el cuerpo encontrado pertenece al primero que murió a causa de la carga explosiva colocada en una moto que acababa de aparcar, y no le dio tiempo a detonar su cinturón explosivo.

El grupo terrorista Daesh reivindicó el doble atentado en un comunicado difundido por internet.


Condenas y luto

El primer ministro libanés, Tamam Salam, condenó “el criminal y cobarde atentado”, y anunció un día de luto nacional este viernes.

Las fuerzas políticas en Líbano condenaron la masacre y llamaron a la solidaridad y “fortalecer la unidad nacional” para frustrar los planes que pretenden crear divisiones en el país.

Hezbolá condenó enérgicamente el crimen atentado contra los civiles calificando a los autores de bestias. “Los que planearon y los que ejecutaron los atentados no pertenecen a la especie humana en absoluto. Son bestias salvajes”, dijo el asesor político del secretario general de Hezbolá en una visita al lugar del doble atentado.

Hajj Hussein Jalil añadió que “lo que ha ocurrido reafirma que estamos en el buen camino en nuestra lucha contra el terrorismo”.

Por su parte, el líder del bloque parlamentario cambio y Reforma, el general Michel Aoun, manifestó que “el objetivo de estas explosiones es la venganza y levantar la moral de los terroristas tras sus derrotas en el campo de batalla”, señalando que “hay países que financian y entrenan a estos terroristas suicidas para cometer crímenes contra los inocentes”.

En el extranjero, el presidente francés, François Hollande, expresó su "espanto" e "indignación" por lo que calificó como un "acto abyecto".

La Casa Blanca condenó los dos ataques "terroristas horribles" y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, instó a los libaneses a "seguir trabajando para preservar la seguridad y estabilidad" del país.

El presidente ruso, Vladimir Putin, en un mensaje enviado al presidente del parlamento libanés, Nabih Berri, manifestó su solidaridad y ofreció ayuda a Líbano.

Kuwait y Arabia saudita, entre otros Estados, condenaron el doble atentado terrorista “contra los civiles inocentes”.