Ibrahim al Atrash, el terrorista detenido la semana pasada en una operación policial, ha confesado que lleva desde el año 2011 comprando armas y municiones que fueron transportados a la localidad libanesa de Arsal, para luego pasarlos al territorio sirio, a uno de los grupos terroristas que operan allí, según información facilitada por el Ejército de Líbano en un comunicado.

El Ejército aclaró que las actividades del Atrash no se limitaron al contrabando de armas, el hombre empezó a “trabajar por cuenta propia”, formó un grupo terrorista que se dedicaba a preparar coches bomba y enviarlos a Siria y Líbano. Algunos de estos coches fueron interceptados y desactivados por fuerzas del ejército antes de ser explotados.


Lo más destacado de las confesiones de Atrash está relacionado con el periodo del último año que pasó en el “seno de Daesh”. El detenido contó que participó en combates bajo la bandera del grupo “Jund al Haq” liderado por Abu Malik al Talli. Pero luego juró lealtad a Daesh, se trasladó a la ciudad siria de Reqqa, donde se encontró con líderes de dicho grupo terrorista.

Después de su regreso a Líbano, combatió contra el ejército libanés en Arsal y participó en ataques a puestos militares.

Fuentes del ejército indican que los interrogatorios del Atrash continúan, así como las investigaciones para aclarar todos los crímenes atribuidas a dicho terrorista, en especial los atentados con coches bomba en varias zonas del país, que causaron cientos de muertos y heridos.