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Opinión

Los nuevos visitantes de La Habana: el resumen

Los nuevos visitantes de La Habana: el resumen

Hombres de negocios visitan la capital cubana. ¿Hasta dónde llegaba el bloqueo?


Por Joaquín R. Hernández – Especial para Alahednews

Durante muchos años la propaganda anticubana, hecha en Estados Unidos y replicada generosamente por la prensa occidental, restaba peso al bloqueo económico del país norteño como causa de los contratiempos económicos de la isla.

Las autoridades cubanas han reconocido que, ciertamente, han existido ineficiencias internas que agravan la difícil situación creada por la política norteamericana.

Por esa razón, un amplio programa de renovación económica --de actualización de su sistema socialista-- fue compendiado en Lineamientos, discutidos y aprobados por toda la población y ratificados por el Partido Comunista de Cuba. Hoy se encuentran en plena ejecución.

Pero el bloqueo sigue vigente, en leyes que se han ido sucediendo para apretar el cerco contra Cuba: para provocar hambre y sufrimiento en el pueblo e impulsarlo a derrocar el gobierno revolucionario.

Para sus promotores, la evidencia, al cabo de cinco décadas, es frustrante. Como una estaca en la tierra, mientras más golpes recibía, la conciencia revolucionaria del pueblo cubano más se afincaba en el sustrato de un profundo proceso emancipador.

Los nuevos visitantes de La Habana: el resumen

Es una de las grandes razones que explican el cambio de estrategia proclamado por el presidente Barack Obama el 17 de diciembre pasado: el bloqueo no funciona; vayamos por otros caminos.

Pero considerar que el bloqueo se agota en esas legislaciones es, al menos, un acto de ingenuidad. El bloqueo, en términos reales, ha sido y es mucho más.

Añadamos, por ejemplo, la inclusión espuria de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo, una atroz desfiguración de la realidad que ha provocado, entre otras cosas, la persecución de los tráficos financieros cubanos y el castigo descomunal a las entidades financieras que, legítimamente, han negociado con Cuba.

Añadamos también la colaboración de la Unión Europea con la política anticubana. En un momento de suprema docilidad, coordinó entre sus miembros la llamada “posición común”.

Pero “la posición común no arrojó el resultado esperado por la UE, como tampoco lo hizo el embargo económico de EEUU, y Cuba ha logrado salir de su aislamiento internacional gracias al impulso de bloques como la ALBA o la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), expresó Tomás Bilbao, presidente del Cuba Study Group.

Ahora, hasta la “posición común” está en caída libre.

Washington abre las compuertas

Las barreras se han levantado. Washington ha mirado para otro lado, y la isla recibe una delegación tras otra de políticos e inversionistas potenciales.

La visita más reciente de François Hollande, presidente de Francia, ha estado precedida de una sucesión de otros representantes occidentales.

Y todos, o casi todos, han venido acompañados de empresarios de sus países, con bandera blanca para examinar las oportunidades que ofrecen a los nuevos inversionistas las nuevas leyes cubanas para la inversión extranjera y la estratégica Zona Libre de Mariel.

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De hecho, ya Francia cuenta con presencia en sectores como la producción y distribución de bebidas, el turismo, la energía, la construcción y las telecomunicaciones.

Pero antes que Hollande, visitó Cuba la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Federica Mogherini.

Y antes también, representantes de 45 empresas españolas del turismo, la ingeniería y las energías renovables, encabezados por el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, visitó la isla con el fin expreso de potenciar las relaciones económicas e inversiones.

El Ministerio de Economía aprobó medidas para ayudar a los inversionistas españoles, anunció García-Legaz.

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Holanda, Bert Koenders, visitó La Habana y afirmó que su país, iniciador del acercamiento actual con Europa, estaba dispuesto a actuar como mediador entre Cuba y la Unión Europea.

Koenders recordó que antes habían visitado la isla misiones comerciales pequeñas, antesala de una amplia delegación empresarial para principios del próximo año. Cuba y Holanda, anunció, están a punto de cerrar dos grandes proyectos de inversión, sin dar mayor información.

También llegó el turno a los japoneses, que en los años 70 eran los principales socios comerciales de Cuba en el mundo capitalista --papel sumamente disminuido en las décadas recientes-- y cuya política exterior, como se conoce, se coordina estrechamente con Estados Unidos: antes de llegar a la isla, Kishida visitó Estados Unidos, donde manifestó su apoyo al proceso de normalización de relaciones entre Cuba y EE.UU, ante su par John Kerry, quien apoyó la visita oficial del canciller a La Habana.

Ahora el canciller Fumio Kishida, en la capital cubana, afirmaba que su país busca potenciar sus relaciones con Cuba y apoyar su “actualización” económica.

El ministro japonés viajó junto con una misión de 20 compañías de sectores como el logístico, financiero, automovilístico, infraestructuras, comercio, salud y turismo.

Gran Bretaña no podía ser menos. El Honorable Lord Hutton of Furness, Presidente de Cuba Initiative, encabezó una delegación de más de 30 empresas británicas interesadas en la energía, la minería, el turismo, la biotecnología, la agricultura, la producción de bienes, el transporte y la industria.

Estadounidenses al final de la cola

Los inversionistas norteamericanos están en peor situación, pues dependen de la revocación de la ley que establece el bloqueo contra Cuba.

Pero también preparan el terreno.

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Quizás la visita más publicitada fue la del gobernador del estado de New York, Andrew Cuomo, quien encabezó la primera delegación de un estado de EEUU en visitar la isla desde el anuncio del restablecimiento de relaciones, con propósitos declarados de exploración comercial.

Pero no era el primer alto cargo estadounidense en visitar el país desde el 17 de diciembre. Antes, estuvo en La Habana la líder congresional demócrata Nancy Pelosi, al frente de una delegación de congresistas demócratas, y el también demócrata Patrick Leahy.

Igualmente, una delegación empresarial del estado de Texas se sumó a la caravana de hombres de negocios en busca de futuras oportunidades con Cuba.

Y sin esperar al levantamiento de las sanciones, en el estrecho marco abierto por las autorizaciones anunciadas por el presidente Obama, la aerolínea JetBlue anunció los primeros vuelos regulares de New York a La Habana. Más recientemente, otra empresa obtuvo autorización estadounidense para viajar a Cuba en barcos ferry.

Esta es solo parte de una lista pública. No es posible saber exactamente cuántos hombres de negocios, alentados por la nueva situación, y sin temor a ser alcanzados por la larga mano del bloqueo yanqui contra la Revolución cubana, se mueven hoy por la isla entrevistándose con las autoridades cubanas.

Recientemente, un despacho de prensa daba una pista importante para evaluar la magnitud del flujo de empresarios. Al referirse a los funcionarios cubanos a cargo de recibirlos y darles información, no hablaban de sus cualidades personales ni de la profundidad de sus explicaciones.

Solamente hablaban de las profundas ojeras que exhibían en sus rostros. Esta gente, decían, no tienen tiempo para dormir.

| 12/05/2015