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Opinión

Un asesino ronda la Cumbre de las Américas

Un asesino ronda la Cumbre de las Américas

Uno de los principales autores del asesinato del comandante Ernesto Che Guevara apareció en los alrededores de la reunión de Panamá. El repudio a su presencia ha sido abrumador


Por Joaquín R.Hernández – Especial para Alahednews

La foto es triste y al mismo tiempo inolvidable. En una suerte de mesa rústica, dentro de una humilde escuela en La Higuera, hasta entonces una desconocida población boliviana, yace el cuerpo exánime, con el torso desnudo, de Ernesto Guevara.

Junto al cadáver se arremolinan soldados y curiosos. Un hombre uniformado mira al Che sin que en su mirada se aprecie ninguna emoción. La foto no nos deja ver, tras la frialdad de ese rostro, lo que luego todos supieron, sus sentimientos de venganza y de odio al guerrillero muerto y a lo que él representaba.

Un asesino ronda la Cumbre de las Américas

El 8 de octubre de 1967, cuando el Che cae prisionero, Félix Rodríguez Mendigutía ya llevaba algún tiempo participando, por indicaciones de la entidad a la que pertenecía, la Agencia Central de Inteligencia estadounidense, en la persecución del Che. Ahora, informado de la captura del jefe guerrillero, se había trasladado inmediatamente a La Higuera. Allí es el hombre de confianza no solamente de la CIA, sino de los propios mandos superiores bolivianos.

Se dice que la orden de asesinar a Guevara no le fue transmitida al jefe militar local, sino a Rodríguez. Y las versiones más calificadas añaden que fue él quien ordenó al sargento Jaime Terán que ultimara al Che. Que Terán se resistió a cumplir el mandato y que Rodríguez lo conminó con severidad. Y que después de cometido el crimen, como hicieron otros militares presentes, Rodríguez disparó sobre el cuerpo ya exánime del líder guerrillero.

Quizás fue su participación en uno de los crímenes más famosos y al mismo tiempo más despreciables del siglo pasado, lo que convirtió a Rodríguez en un personaje conocido y detestado.

Porque hasta el momento su carrera era una sarta de derrotas. Fue policía de la dictadura batistiana y, luego de la victoria rebelde, debió huir de la isla para escapar a la justicia de la revolución triunfante. Asimilado rápidamente por la CIA, trajo clandestinamente a las costas cubanas un importante alijo de armas para las bandas contrarrevolucionarias que la Agencia creó en la década del 60: las armas cayeron íntegramente en manos de las fuerzas cubanas. Luego integró la brigada invasora que fue derrotada en Bahía de Cochinos en menos de 72 horas. Escapó y dos años después su nombre aparece entre los cubanos de quienes se sospecha que hayan participado en el asesinato del presidente John F. Kennedy.

Un asesino ronda la Cumbre de las Américas

En La Higuera, luciendo sus peores instintos, quiso pasar por avezado y eficiente oficial de la Agencia Central de Inteligencia. Pero lo único que conquistó fueron los galones de criminal y el desprecio de las legiones de mujeres y hombres en todo el mundo que ven en el comandante Ernesto Guevara, el Che, el símbolo vivo del mejor futuro al que tiene derecho la humanidad.

En Panamá

Hacía mucho tiempo que no se escuchaba hablar de Félix Rodríguez.

Ahora su nombre ha vuelto a verse en las informaciones periodísticas. En otro acto de maldad y de torpeza, los organizadores subterráneos de los foros previos a la Cumbre de las Américas, lo integraron a los grupos de asalariados del gobierno estadounidense que fueron a estas reuniones para hacerse pasar por los legítimos representantes de la sociedad civil cubana.

El elenco es sorprendente y variopinto.

En las imágenes televisivas reconocemos rostros que vimos hace quince años vociferando en las calles de Miami en apoyo al secuestro del niño Elián González. O los de presuntos líderes sociales a quienes sólo conocen en Cuba sus familias y los cajeros que pagan en la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana. O de “disidentes” de la raza negra, la raza que solamente pudo acceder a la plena igualdad que proclama la Constitución cubana gracias a la Revolución que ahora denigran.

Un asesino ronda la Cumbre de las Américas

Han ido a la Cumbre en Panamá a intentar opacar la presencia de Cuba y su presidente en la reunión, de cuyas ediciones anteriores había sido excluida sistemáticamente por el gobierno de Estados Unidos.

Y a la que ahora accede por invitación del gobierno panameño, con el apoyo irrestricto de los demás países latinoamericanos, y en virtud de una visión más realista de la administración Obama del fracaso de la política estadounidense de medio siglo contra la Revolución cubana.

Y allí Félix Rodríguez ha sufrido otra derrota más en su vida. La repulsa a su presencia ha sido unánime.

Junto a varios de sus conmilitones intentó dar una bravata a la delegación cubana que había ido a rendir homenaje a José Martí en un céntrico parque panameño. Pero allí el viejo esbirro y su corte encontraron el rechazo moral y físico de numerosos amigos de Cuba.

Una vez más, con el rabo entre las piernas, el asesino del Che Guevara mordió el amargo y para él conocido polvo de la derrota.

| 13/04/2015