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El macabro negocio de Daesh

El macabro negocio de Daesh

Los terroristas tratan de vender los restos de los decapitados


En una macabra carrera para tratar de reunir fondos, el grupo terrorista Daesh estaría tratando de vender los restos de sus rehenes occidentales decapitados, comenzando por el periodista norteamericano James Foley.

Esa monstruosa información fue develada ayer por el sitio anglófono BuzzFeed, que cita en forma anónima tres fuentes implicadas directa o indirectamente en ese inverosímil tráfico.

Según "un ex combatiente sirio que mantiene contactos con Daesh", un "negociador que participó en el intercambio de rehenes occidentales por cuenta de Daesh" y "un alto responsable del llamado Ejército Siria Libre (ESL)", los terroristas estarían tratando de vender por un millón de dólares el cuerpo de Foley, que sería entregado en la frontera sirio-turca, "con muestras de ADN para que el cadáver pueda ser identificado".

"Todas las fuentes coinciden en la cifra requerida. Los objetivos a contactar en prioridad serían el gobierno de Estados Unidos y la familia de Foley", anota Mike Giglio, el periodista de BuzzFeed responsable de la investigación.

El macabro negocio de Daesh

Para Giglio, esta etapa suplementaria en el horror demuestra la importancia que tiene para los grupos terroristas la toma de rehenes, cuyo tráfico representa millones de dólares.

A comienzos de este año, Daesh llegó a mantener 23 rehenes occidentales en Siria. Quince europeos fueron liberados después de que sus respectivos gobiernos pagaron millones de euros de rescate. Quedaron cautivos británicos y norteamericanos, ya que tanto Londres como Washington rechazan esa práctica, para no alentar la repetición de ese tipo de raptos.

El lucrativo comercio de rehenes occidentales no sólo ha servido para alimentar las arcas del terrorismo, también consiguió crear una nebulosa de intermediarios, que suelen negociar en su nombre a cambio de una comisión.

"Esto es un negocio", afirmó una de las fuentes a Giglio durante la investigación.

"Siempre intentan obtener un rescate antes de decapitar. Y después, tratan de vender el cuerpo", dice en forma brutal el oficial del ESL.

La venta del cuerpo sin vida de sus rehenes se suma así a las otras fuentes de ingreso habituales, como el contrabando de petróleo, el impuesto a las poblaciones que controla, el tráfico de drogas y el comercio de mujeres y chicos que somete.

De (lanacion.com)

| 12/12/2014